Capítulo 12

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Me encuentro en la peluquería. He quedado con Luke para pasar el día entero. Estoy feliz y con muchas ganas de volver a verlo.

Ha pasado una semana desde aquella cena.

Estoy en la sala de espera, espero a que termine la peluquera con una chica joven para que me toque.

Minutos más tarde me llega el turno.

—Venga Mia, te toca —me dice la amable peluquera. Es mi peluquera de toda la vida y estoy muy contenta con ella.

—Espera… espera… espera… —dice la chica a la que la peluquera acaba de atender.

—¿Eres Mia Miller? —me decía la muchacha ante el asombro de la peluquera y el mío propio.

—Eh… si, soy yo, ¿y tu eres...? —le digo mientras no le quito ojo intentando recordar quién es. La voz me resulta familiar pero no sé de quién puede tratarse.

—Soy la chica que te dio el otro día un portazo en la cara —me dice mientras recuerda aquella anécdota.

Algo que a mi no me gusta mucho que diga.

—Y también soy la hermana de Luke, él me ha hablado muchísimo de ti —tiene un acento pijo, pero eso es lo que menos me importa. 

Me quedo con la boca abierta sin poder decir palabra alguna. Después de la peluquería la hermana de Luke decide esperarme.

—Por cierto mi nombre es Susan. Susan Johnson. No se si mi hermano te habrá hablado alguna vez de mi como él lo hace contigo —muestra mucha simpatía impropio de un Johnson y es algo que a mi personalmente me gusta y me hace estar más cómoda.

—Pues si te soy sincera de pasada. Luke es una persona que tienes que sacarle la información a cuentagotas —entonces recuerdo la primera cita en la que tanto le costó abrirse y de todas las cosas que aún debe de decirme para entender tantas cosas.

—Vaya que sorpresa —aunque a Susan no parece sorprenderle.

—¿Qué te ocurre? —me he percatado de la cara que pone nada más escuchar mis palabras.

—Porque para Luke desde siempre solo le ha importado él mismo. Él y su dinero y el resto no le importa nada —dice con el gesto herido y con impotencia, algo que a mi me sorprende porque conmigo es totalmente diferente y se preocupa constantemente.

No quiero seguir por el camino porque sé que no me va a llevar a ningún lado bueno y decido cambiar de tema.

—Tu pijama era muy cómodo, me salvó de una buena el día que me tuve que quedar en casa de tu hermano —algo que a Susan parece sorprenderle porque queda extrañada al escuchar aquellas palabras.

—¿Qué pijama? —en ese preciso instante mi rostro cambia por completo.

—¿No te has dejado ningún pijama nunca en la casa de Luke? —vuelvo a preguntar extrañada.

—¡Nunca! —dice resaltada —yo jamás he estado en la casa de Luke. Nunca me ha llevado —esas palabras hacen que me ponga a pensar en mil y una hipótesis de cuál quién es la propietaria del pijama.

—Tiene que ser de su ex… es la única que había entrado en aquella casa —esas palabras entran profundamente en mi corazón.

Susan seguro consciente de la situación que ha generado es ella la que esta vez cambia de tema.

—Por cierto me encontraba la semana pasada en la cena de empresa porque soy directora del área de marketing. Es de lo poco que me ha dado acceso Luke, pero estoy feliz en ese puesto —me dice directamente mientras trato volver en sí.

Luces y sombras[©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora