chica perfecta

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Habríamos pasado unas tres horas acostados bajo ese árbol, solo sientiendo la respiración del otro, diciendonos todo sin decirnos nada y de repente estábamos flotando, como si sólo existieramos nosotros, sentía seguridad y cobijo estando entre sus brazos, su respiración era pesada, tranquila, me transmitía esa tranquilidad. Me daba a entender que estaba sientiendo lo mismo que yo, en todo este tiempo no había dejado de darle mimos a mi cabello, mi mirada estaba fija en un solo punto pero no estaba viendo nada en específico, solo pensando, nunca nadie me había hecho sentir tan bien.

-Tengo hambre-

Hablé rompiendo el silencio

-yo también-

Me levante y estiré mi mano frente a él

-vamos a comer algo-

Tomó mi mano y se levantó, pasó su brazo sobre mis hombros.

-pizza?-

Sonreí y besó el costado de mi cabeza

-te amo, preciosa-

-y yo a ti-

Es inexplicable lo que siento al escucharlo decir que me ama, digo nadie más me había dicho eso, nadie más que mi madre, o mi familia en general, y de hecho a veces se siente como si lo dijeran por costumbre pero esta vez se siente... diferente.

Llegamos a una pizzeria y abrió la puerta por mí

-por favor pase bella dama-

Me reí

-mucha gracias noble caballero-

Hice una pequeña reverencia siguiéndole el juego y pasó después de mi tomándome de la cintura.

-Que quieres? Peperoni... Queso... ambos?-

Habló cerca de mi oído

-ya siéntate-

Se sentó alzando ambas manos en forma de rendición

-¿sabes que? No comeremos aquí-

Lo miré algo extrañada cuando se levanto y caminó hacia la barra

-Buenas tardes, quiero una pizza para llevar-

Él pedía la pizza inocentemente mientras la chica detrás del mesón se lo comía con la mirada.

-Bien, su pizza estará lista en unos treinta minutos-

Habló arrastrando un servilleta doblada hacia él, enarqué una ceja cuando Cole desdoblo el papel

-oh creo que entendiste ma-

-no, deberías llamarme algún día, y tal vez podríamos...-

Me levanté de mi asiento y tomé uno de los refrescos que dejaron en la mesa cuando llegamos.

Al estar junto a mi novio le aventé a la chica todo el líquido a la cara

-espero que entiendas mejor ahora-

Dejé el vaso en el mesón

-y no te preocupes, comeremos en otro lugar-

Arrugué la servilleta en mi puño y también la aventé contra su rostro

-¡¡eres una...-

-chica perfecta-

Esta vez Cole fue el que la interrumpió.

Entrelazo su mano con la mía y salimos de ese lugar.

Me tomó de la cintura, me atrajo hacia él y juntó sus labios con los míos

Un amor en Manhattan || Cole Sprouse (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora