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— Dile a mamá que me voy con Felix. —le digo a mi hermano, antes de salir de casa.

Le doy el pulgar arriba a Chan cuando me dice que no llegue tarde a casa, él sabe que no le voy a hacer caso pero por lo menos, lo intenta.

Me monto en el coche de Felix, dándole un sonrisa mientras me pongo el cinturón de seguridad. Él arranca el coche y se dirige hacía un Starbucks.

Una vez estamos en el sitio, pedimos nuestras bebidas y nos vamos a sentar en una mesa libre.

— BangChan un día de estos se creerá que somos algo mas que amigos. —habla Felix, pensativo.

De echo mi hermano ya sabe sobre mi enamoramiento secreto por él, fue el primero en enterarse. Siempre pienso que Chan me deja estar tanto rato con él porque sabe de la situación, también creo que cree que Félix esta enamorado de mí de igual manera. Cada vez que nos ve juntos se me erizan los cabellos de los brazos, nos mira con tanto cariño, después su mirada pasa a solo estar encima mío y... Es cuando me dan ganas de llorar, porque empieza a mirarme con tristeza.

— Oye, —escucho la voz tranquila de Félix cerca mío y me giro para verlo, esta a centímetros de mi rostro, mirándome con preocupación— ¿qué ocurre? —pregunta.

— Es una tontería. —digo, apartando mi mirada.

Muerdo mi labio inferior cuando Félix agarra mi quijada para hacer que lo mire.

— No es una tontería si te tiene así, Juliette. —habla, soltando el agarre con suavidad, vuelvo a apartar la mirada, está vez mirando mis manos.

Piensa rápido, Juliette.

Vuelvo a mirar a Felix, esta esperando por mi respuesta con tranquilidad. ¿Será esté un buen momento para contarle lo que ocurre? Mi hermano dice que se me está acabando el tiempo, lo dice din mirarme a los ojos y en un susurro, pero tiene la valentía de decírmelo y se lo agradezco mucho.

— Es sobre lo de mi corazón. —murmuro, Felix me mira unos segundos sin decir nada— Cada vez va a peor, pero al menos el lunes tengo la operación.

— ¿Cuándo pensabas decirmelo, Juliette? —su tono de voz me hace saber que esta enfadado, por lo que no me atrevo a mirarlo.

— Lo siento. —escucho como suspira, antes de acercarse a mi y envolverme en un abrazo.

Se me está acabando el tiempo, Felix. —susurro, ahora en su pecho, luchando por no llorar.

— Oye, no digas eso. —me regaña— La operación va a salir bien, ¿si?

— ¿Y si no sale bien? No puedo ilusionarme con que va a salir bien. —suelto, y parece que le dejo sin palabras— ¿Estarás ahí, no?

— Claro que si, Juliette. Estaré ahí. —responde, y me separo de él para poder verlo.

— Creo que sin ti jamás lograré salir con vida, Felix. Me has ayudado mucho estos últimos meses, gracias.

— No me des las gracias, tonta. —sonríe con pena, y yo siento un nudo en la garganta por todo esto.



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pensamientos?

Love, M 🧡

Ready to run  ✔Where stories live. Discover now