— Ah... ¿Cómo lograste entrar?

Jorge salta como un gato a la cama y le da un corto beso, para luego desprenderse de su ropa, he ingresa rápidamente, cubriéndose con las sábanas.

— Llamé a un cerrajero, le dije que se me quedaron las llaves.

— Pero, esta no es tu casa

— Pero ellos no lo saben. — Jorge comienza a quitarle la parte inferior del pijama a Sofía.

— Ya para... dijiste que tenías sueño y solo querías dormir.

— Si, y eso fue hace una hora, pero haré un sacrificio para castigarte por tratar de dejarme afuera — ríe de manera traviesa, para nuevamente hundirse en el cuerpo de ella.

Por la mañana, cuando Sofía abre los ojos, el día estaba soleado, así que decide levantarse, sintiendo como Jorge la presiona, para que no lo haga.

— Sofía, quédate solo un momento así. ¿Sabes?... esto es lo que más extrañaba de ti en todos estos años, despertar con mi cuerpo abrazándote, sintiendo como si fueras parte de mí...

Lo que le dijo Jorge, le llenó el corazón de ternura, girándose en la cama, para poder verlo.

— También extrañé esto, porque te amo.

Durante la mañana de aquel sábado, ambos desayunaron, y se quedaron sentados en el sofá de la sala, bebiendo café. Jorge se mantenía revisando sus acciones y Sofía aprovechaba de revisar la compra de las fábricas agrícolas.

— Jorge, esta noche saldré con Carlos. — informa Sofía.

— No saldrás con él... — dice Jorge enfurecido.

— No te pido permiso, solo te aviso. Debo mantener mi relación, aparte de ser mi novio, él es mi amigo.

— Eres una descarada. Sales con tu prometido, pero me haces el amor a mí. Dime, ¿realmente te casarás con él si tu padre te lo ordena?

— La relación que tengo con Carlos es algo especial, no tiene nada que ver con nosotros o nuestra historia, ya te dije que es un buen amigo.

— No me has respondido. Acaso ¿te casaría con él?

— Jorge... nosotros siempre tendremos esto en secreto, pero es un compromiso que tenía desde antes...

— A pesar de todo lo que te ha hecho tu padre, aún sigues tratando de complacerlo. Te vendes, solo por conseguir la empresa. — Jorge se levanta para marcharse.

— No me digas eso... no entiendes lo que pasa. Tú tienes secretos, pues, yo también tengo los míos.

— Pero mis secretos, no involucran casarme con otra mujer. — Sigue recogiendo sus cosas, lanzándolas de manera rabiosa adentro del bolso.

— No puedo deshacer una historia que forme cuando tú no estabas...

— ¿Volverás con lo mismo? ¿A culparme de todo? ¿Por qué no culpas a tu padre que fue el que nos colocó en este problema? Ah no, se me olvida que él es más importante para ti que yo.

— No me disculparé contigo. Que tenga sentimientos por ti, no te da el derecho de exigirme que hacer, tú lo aceptaste así y no te importó.

— Bien... hace lo que quieras. En ocasiones te odio y me odio a mi mismo por estar enamorado de una tonta insensible, que prefiere más al padre que la amenazaba con sacarla de la casa, en vez del hombre que le ofrece un hogar.

Jorge salió del departamento de Sofía. Él manejó hasta su casa hecho una furia, estaba tan molesto y celoso, que dijo muchas cosas que estaba arrepentido de haberlas dicho, pero aún le dolía pensar en que Sofía comparte una relación sentimental con aquel hombre, que le vio besar en el gimnasio.

Mi único pecado, fue quererte.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum