Jorge se levanta y se dirige hacia Sofía, tomándola de una mano para que se ponga de pie, abrazándola por la cintura, quitándole el portafolio y dejando a un lado.

— Quita eso. Te digo que tú me convenzas... sabes a lo que me estoy refiriendo — Jorge habla con un tono seductor, hablando casi en susurros, mirando los labios de Sofía.

— Jorge, no... ya sabes que no podemos hacerlo.

— Bueno señorita Mydffai, creo que yo no podré firmar el contrato con su compañía — Jorge le sonríe de manera traviesa

— Pero Jorge, se maduro. Si quieres podríamos... si tú usas protección.

— Pero eso ya no sería divertido, sabes que odio utilizar esas cosas. Además, quiero tener más integrantes para llenar esta casa — dice mientras besaba su cuello

— Pero yo aún no...

Jorge da un suspiro derrotado.

— Muy bien, hagamos algo. Toma un baño conmigo, y luego vamos a dormir, solo eso...

— ¿Me aseguras que no pasara nada si duermo contigo? — Sofía lo mira con sospecha

— Podremos jugar y tocarnos, pero solo eso. Será como cuando dormíamos en casa de la abuela... ¿Está bien para ti?

— Sí, está bien. Confiaré en ti

Jorge toma de su mano y la guía por su casa, hasta llegar a su habitación, que eran mucho más amplia que su dormitorio en el departamento, y el cuarto de baño era amplio y estaba equipado con un jacuzzi, así que tomaron un baño de espuma muy relajante.

Al salir del baño, Sofía se sentía relajada, llegando a la cama, cubierta por la toalla, y mira a Jorge, quien se estaba secado.

— ¿Tienes alguna camiseta que me pases para dormir? — pregunta ella.

— Tengo... pero tú vas a dormir sin esa toalla conmigo...

Sofía se acuesta rápidamente y deja la toalla a un lado, arropándose con las sábanas

— ¿Veremos una película? — pregunta Sofía, quien se había cubierto hasta el cuello.

Jorge se recuesta a su lado en la cama y la atrae hacia él.

— Si, después podríamos ver algo. Voltéate, te daré un masaje.

Sofía hace caso a la petición de Jorge. El masaje que le estaba dando la relajaba e incluso comenzó a dormitar por la placentera sensación de tenerlo tras de su espalda, tocando su piel con aquellas amplias manos de dedos largos, hasta que siente, como frotaba su excitación sobre sus glúteos

— ¿Qué estás haciendo?

— Solo estoy jugando. Dijiste que podría tocarte y jugar — Responde Jorge con voz calmada y ronca

Sofía trata de relajarse nuevamente, mientras sentía como él, ahora deja el masaje para seguir tocándola en su punto sensible que tenía oculto entre sus piernas, lo que luego de unos minutos, Sofía ya no podía controlar sus movimientos por la excitación, además de sentir como Jorge se seguía moviendo tras de ella, frotándose con su cuerpo. Súbitamente, él la voltea para que lo mire y con un pequeño gemido de satisfacción, se vuelve a alojar en su interior.

— ¡No!... dijiste que solo nos tocaríamos — reclama Sofía.

— Mentí — Jorge comienza a reír suavemente.

Sofía trata de alejarlo de manera suave, puesto que ella también lo deseaba, pero tenía miedo a un embarazo no planificado.

— Basta... estaré muy molesta si sigues.

— Solo unos minutos más y me detengo. — Jorge la acalla con un beso.

Sofía estaba perdida. Realmente no tenía voluntad en resistirse, siempre los movimientos que realizaba Jorge la estimulaban y ya no pensaba en nada. Retorna a la realidad, cuando siente después de unos minutos sonar su teléfono que estaba en la mesita de noche.

Cuando se corta aquella llamada entrante, Jorge pierde la concentración cuando siente que vuelven a llamar a Sofía de manera insistente, así que toma el móvil, mira quién es, y sin dejar de hacer el amor lo contesta, mirando los ojos de terror que le devolvía Sofía.

— Hola Federico... sí... Sofía está algo ocupada en este momento... es muy insistente, quiere que solo lo piense en unos minutos... creo que necesitaré un poco más que eso... okay...

Jorge le entrega el teléfono a Sofía, quien cubre sus labios, puesto que no podía hablarle a su padre mientras estaba haciéndolo, y más ahora que estaba tan agitada, así que respira profundo para controlar su respiración y trata de detener a Jorge, pero este intencionadamente aumenta la intensidad en el movimiento, dando potentes embestidas, mientras le sonreía.

— Papá, hola... no lo estoy presionando, el señor Iraná solo está bromeando... ya papá debo cortar, creo que firmará ahora para que pueda marcharme... sí... te llevaré el contrato mañana, adiós.

Sofía corta rápidamente y lanza un gemido para indicar que llegó al clímax, lo que al segundo, lo acompaña su amante.

Jorge respira agitado en el cuello de Sofía, hasta que comienza a reír.

— Eres una niña muy mala. Hablándole a tu padre mientras haces el amor.

— ¿Por qué hiciste eso? Estoy tan avergonzada, seguramente se ha dado cuenta — responde Sofía molesta

— Porque tienes que ser una buena hija y responder cuando te llamen — Jorge seguía sonriendo, encontraba toda esta situación muy divertida.

— Y me engañaste nuevamente, dijiste que solo unos minutos.

— No te he engañado, fueron unos minutos, no dije que pararía antes de terminar. Tranquila mi amor, nos hemos reprimido por 4 años, somos maduros y lo que hacemos es hermoso.

Sofía no podía mantener su actitud sería y comenzó a reír también.

— Espero que ahora firmes ese dichoso contrato...

— Si, y ahora podemos ver la película que tanto quieres. 

Mi único pecado, fue quererte.Where stories live. Discover now