— ¿Quién te ha tocado? — pregunta Jorge morando el portafolio de Sofía.

— Un restaurante árabe que da repartos a domicilio, y ¿a ti?

— Una panadería que distribuye a locales de barrio.

— Será muy interesante. Tengamos un reto, una competencia para ver quien tiene los mejores resultados.

— No pilluela... no quiero que te enfades cuando te gane — carcajea de buena gana Jorge.

Cada uno se dirigió a sus empresas para tomar posesión de su cargo y estudiar el funcionamiento. Estas actividades le dejaban mucho tiempo libre a los estudiantes, pero Jorge, trabajaba mucho, incluso Sofía notaba que se lo tomaba muy en serio, puesto que abandonó su trabajo en el Bar, para dedicarse al completo en la administración de aquella pequeña empresa.

A pesar de eso, ahora tenían más tiempo para pasar como pareja, lo que hacía que las estadías en hoteles, fueran más frecuentes y Sofía, haciéndola estar poco en casa.

Una noche, Sofía se encontraba en su habitación, enviando el informe a sus maestros para que evaluaran sus avances. Sentía que se le daba bien dirigir una pequeña empresa y tenía confianza en lo que lograría con la empresa de su padre.

— Sofía, necesito hablar contigo — dice su madre al ingresar en el cuarto, con una actitud seria y algo fastidiada.

— Madre, estoy enviando mi informe, luego tengo que seguir revisando mi proyecto. Si quieres, te voy a ver a tu habitación cuando termine.

Martina cierra la puerta y se dirige a una silla, que aproxima para hablar de cerca con su hija, así que toma asiento.

— No Sofía, vamos a hablar ahora que tu padre no está en casa.

Su madre jamás era tan seria, y eso le preocupa, así que guardo su informe y baja la pantalla de su notebook.

— ¿Qué pasa?

— ¿Por qué no has regresado a casa en tantos días? Estás mucho tiempo afuera, tu padre ya lo está notando

— Es porque trabajo con mi empresa este semestre. Debo aprender a ser líder para una pequeña compañía, esto va a basar mi desempeño como gerente en un futuro para la empresa de papá. Por eso me quedo en hoteles en este tiempo, para trabajar más tiempo con ellos.

— Muy buena tu forma de justificar eso. Ahora, ¿cómo justificas que desde hace casi un año tienes varios gastos de hoteles y hoteles de pareja?

¡Rayos!, pensó Sofía. Era lo que dijo Jorge que pasaría, así que le dio la excusa que en su tiempo le dijo él.

— Tuve una aventura con un chico... nada serio, pero ya terminó.

— A muy bien, ¿ya no sales con él? ¿Estás segura que ya no es nada serio?

— Si mamá, nada serio...

— Y ese mismo muchacho, ¿no será a quien visitaste en la localidad de Capilla dos años seguidos, diciéndole a tu padre que era "una amiga"?

— Solo fue un amigo, pero si digo que era un hombre, lo verían raro — Debía mentir y seguir mintiendo en todo.

— Y ese amigo, ¿no es el mismo con el que compartes habitación ahora?

— Mamá, te aseguro que no es nada serio. Es solo un juego para distraerme en la universidad.

— Y si es así, ¿Por qué gastaste tanto en una hospitalización en la clínica? Llamaste a un familiar que la fueron a buscarla en un vehículo privado desde Capilla. Eso es mucho esfuerzo para una simple aventura.

Sofía abre mucho los ojos y contiene el aliento, sintiendo como sus mejillas se ruborizan al ser descubierta. Estaba atrapada y asustada.

— ¿Papá lo sabe?

— No, y espero que no se entere, por tu bien y por el mío. Sabes que nuestra situación es difícil con él y no debe pasar malos momentos a causa de nosotras.

— ¿Malos momentos? Me he esforzado mucho para hacerlo feliz, pasé de ser nada, a ser la mejor en mi carrera, y ¿ni siquiera puedo tener un novio que me dé felicidad?

— Así que afirmas que es tu novio.

— Deberías estar feliz que encontré a un chico decente que tiene buenos sentimientos y es responsable. Cualquier madre estaría feliz...

— Quiero que cortes eso. No lo quiero ver por aquí, antes de que tu padre se entere.

— Si no le dices nada, no tiene por qué enterarse.

— Si yo me he enterado, él también lo hará. Eres muy obvia y no has tenido cuidado.

— No dejaré a Jorge, así que olvídalo — contesta molesta Sofía, presionando sus puños.

— Las mujeres como nosotras, no tenemos permitido hacer eso. Puedes tener los amantes que quieras, pero de manera discreta, pero enamorarse, no es discreta, comprometes mucho.

— Que cosas más feas estás diciendo, no tienes valores, no crees en el amor...

— Ya te advertí, deja esa relación con ese pobre muerto de hambre— amenaza su madre.

— Oh que, ¿le dirás a mi padre?, eso no te conviene. Seguiré con Jorge, aunque no te guste. Si vuelves a molestarme, dejaré de esforzarme, perderé el año y explícale eso tú a mi padre, yo no le tengo miedo como tú lo haces.

— No me amenaces Sofía, ¿qué te has creído? — se levanta molesta.

— Me creo lo que tú siempre me has enseñado, a ser una descarada sin vergüenza de nada. Ahora sale de mi habitación, no permitiré que hables nunca mal de Jorge.

Sofía ve a su madre furiosa, como sale de su habitación. Esta era la primera vez que se enfrentaba a uno de sus padres, pero en vez de llorar o estar asustada, se sentía satisfecha con lo que le dijo a su madre. Jorge tenía razón, cuando tienes un propósito en la vida, serás el mejor para conseguirlo y su propósito era ser la nueva CEO de la empresa de su padre, y con ella debía estar Jorge.  

Mi único pecado, fue quererte.Where stories live. Discover now