Namjoon suspiró cuando su dolor de cabeza solo aumentó. El primer ministro Jung realmente iba a pagar por todo esto, por todas las muertes y sus atrocidades. Su carrera política iba a comenzar a desmoronarse, de aquello no había duda, porque el mismo Namjoon se iba a encargar de eso aunque fuera lo último que hiciera en su vida.

—Tienes razón—murmuró con nueva determinación—. Sigamos adelante. 

Más tarde, mientras caminaba hacia la perfumería, notó que su dolor de cabeza había residido bastante. Su lobo tenía mucho que ver con aquello, lamentablemente, ansioso por ver al omega. Ni siquiera tuvo que tocar la puerta, porque Seokjin la abrió antes de que fuera capaz de tocar.

—¿Cómo está Taehyung? —preguntó brusco, mirándolo con ansiedad. Luego sus ojos se ampliaron un poco y sus mejillas se sonrojaron—. Lo siento, señor Kim. No pretendía... Por favor, pase.

Namjoon esbozó una sonrisa cansina y, a pesar de los quejidos mentales de su lobo, entró en aquella estancia que olía a flores silvestres y perfumes de todos los tipos.

—Tengo té preparado. Hace frío afuera, ¿le gustaría una taza? —escuchó a Seokjin, mientras se sentaba en una de las sillas que apuntó el omega. 

—Debo declinar la oferta esta vez—dijo una vez estuvo sentado—. No quiero ocupar tu tiempo. Solo vengo a decirte que no podré ir a Seúl. Nuestro viaje aún tiene tres semanas más antes de poder volver.

Los ojos de Seojkin se abrieron como platos.

—¿Qué? —murmuró, antes de ponerse de pie y dar vueltas, mirando el suelo—Ellos son sus amigos. ¿Cómo es que no irán? ¡Usted tiene una responsabilidad con ellos! —se aceleró el omega mirándolo fijamente a los ojos con rabia brillando en ellos.

—Es por esa responsabilidad que debo quedarme y terminar la agenda que nos propusimos, Seokjin. Otras personas en Seúl son las encargadas de ayudar en emergencias como estas. Ellos cuidarán de todos los heridos. No puedo ofrecerte más, porque así es como funciona nuestro engranaje, así es como finalmente lograremos el objetivo final.

Vio al omega debatirse interiormente, hasta que de pronto, se acercó a él, arrodillándose en el suelo tomando sus manos. Para incomodad de Namjoon, su corazón se aceleró al sentir las manos más pequeñas del omega.

—No importa. Solo dígame cómo llegar, por favor. Entiendo que esto es más grande que Taehyung y que es una causa justa, pero no puedo quedarme con los brazos cruzados. —Una nueva determinación brilló en sus ojos, cuando se puso de pie. —Iré solo. Tan solo dígame como llegar.

Namjoon tomó aire profundamente.

—Seokjin, odio decir esto, pero es demasiado peligroso que un omega viaje solo.

—No importa—respondió resuelto—. Tal vez otra persona pueda llevarme, solo necesito llegar hasta Seúl.

Namjoon pestañeó lentamente, dando un gran suspiro. Se puso de pie y volvió a tomar las manos del omega.

—¿Y luego qué? No sabes dónde están las madrigueras e incluso si solo te mencionara dónde están, sería peligroso para ti. —Los ojos del castaño se llenaron de lágrimas. Namjoon quiso extender sus manos y enjugarlas. No lo hizo. No era algo que correspondiera hacer. —Te llevaré—dijo, no obstante—. No puedo desviarme del camino y probablemente nos llevará varias semanas llegar a Seúl. Pero si realmente necesitas comprobar qué sucede con Kim Taehyung, sea bueno o malo, entonces te llevaré.

El omega lo miró directamente a los ojos, lágrimas brillando en ellos. Namjoon supo en ese instante que jamás iba a poder olvidar la ciega esperanza en ellos.

The scent of your skin || Omegaverse || Taejin-YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora