Los mellizos miraron algo incómodos al profesor.

──Soy Max ──habló la pelirroja, confundiendo al profesor──. Nadie me dice Maxine. Soy Max.

──¿Y tú? ¿Cómo es que te llamas?

──Soy Nik, o Nikolas, como ustedes prefieran llamarme ──respondió el chico, alzándose de hombros.

──Bueno, bienvenidos a bordo, Max y Nik ──dijo el profesor, dándole el paso libre.

Los hermanos pasaron por su lado muy apurados, y tomaron como zona de seguro el fondo de la clase. Max escogió el asiento junto a la ventana, pero no había asientos al lado o frente suyo libres. Nik suspiró, y buscó con la mirada alguno: lo encontró detrás de un chico con cabello estilo hongo que lo miraba fijamente.

Este apartó su vista con rapidez, sintiéndose nervioso. Sobre todo cuando Nik caminó hasta tomar asiento a sus espaldas.

Nik carraspeó fuerte su garganta a propósito, atrayendo las miradas de otros tres chicos que miraban mucho a su hermana. Estos se intimidaron cuando los orbes marrones, casi negros de Mayfield se fijaron en ellos, y regresaron su atención hacia el frente.


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A la hora del descanso, Max decidió pulir sus habilidades de skate en una cera perfecta para patinar, según ella. Mientras que Nik por otro lado, estaba sentado con el cubo. Max algunas veces pasaba por su lado, se inclinaba y golpeaba su cabeza.

Al ser ya la cuarta vez que hacía eso, Nik dejó su cubo de lado y se levantó rápidamente. Max soltó una risa y corrió lo suficiente para impulsarse con el skate y ganar ventaja, mientras que Nik la perseguía.

Pero la chica se descuidó y pronto Nik la abrazó por el torso, quitándola de la patineta. Ésta todavía se iba, así que estiró su pie y empujó el skate hacia una pared cercana, mientras seguía abrazando a Max.

──Te lo juro, Max, la próxima vez no seré cuidadoso.

──¿Y qué harás? ──preguntó la niña, soltando risitas. Nik la miró profundamente.

──Esto ──El chico ahora comenzó a hacerle cosquillas a su melliza, logrando sacar fuertes carcajadas en ella, también logró que comenzara a golpearlo en la espalda──. ¡Maxine!

──¡Nikolas! ──le contestó ella igual, logrando salir del agarre ya que había dado con el punto débil de su hermano: la clavícula──. ¿Quieres atraparme, oso cariñoso?

──No me molestes, estoy ocupado con esto ──Max se burló, yendo a buscar su patineta. Nik decidió ahora también volver a su lugar anterior, tomó nuevamente el juguete y por mientras notó al mismo cuarteto de la clase ver mucho a su hermana.

Max, como era de esperarse, se enteró primero que él. Así que se las arreglaron para darles su merecido. Nik sacó de su bolsillo un papel y un bolígrafo, y Max escribió en él, para luego arrugar la hoja y junto a su mellizo, retirarse por la puerta trasera.

Luego de eso, no volvieron a ver más a esos cuatro chicos.

Cuando acabó el día de clases, se volvieron a reencontrar con Billy en el estacionamiento. Max había quedado con él para que la llevara al Arcade después de las diez, así que Billy había accedido pero en el viaje discutían tanto que ante los ojos de Nik parecía ser una situación de ansiedad.

𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋𝐒 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐘𝐎𝐔,   will byers. Where stories live. Discover now