"Home for the summer"

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¿Cuántas veces nos hemos preguntado si las cosas no serían más fáciles si ese dichoso hilo rojo del destino fuera visible para nosotros? Seguramente nos habríamos librado de esas noches en vela llorando mientras nos preguntamos el porque no somos suficientes, también los enojos, las malas decisiones que de alguna manera nos marcaron y hasta el día de hoy siguen proyectando su sombra en el presente. No elegimos de quien queremos enamorarnos, es que nadie elige sufrir o se equivoca sabiendo que todo va a fallar. Tropiezas una y otra vez hasta que observas tus rodillas completamente laceradas, sangrando y doliendo llenas de heridas sobre las heridas, estás cansado siquiera meter las manos al momento del impacto porque sabes que solo será peor, pero se convierte en un tormento cuando finalmente te das cuenta que no perteneces a su lado y aunque todo mundo te lo dice, aunque sabes que tienen razón, prefieres seguir luchando creyendo que los momentos del pasado volverán a repetirse.

Yuuji sabía que la boda de Geto fue uno de esos momentos decisivos en su relación con Gojo, aunque tratara de ocultarlo él sabía que Satoru seguía afectado y es que su distancia no hizo más que crecer pero tampoco era distancia física, el estaba ahí, podía verlo, sentir su olor, verlo sonreír y escucharlo hablar pero era en esos pocos segundos donde sus ojos miraban hacia el piso perdiéndose en, posiblemente, recuerdos de aquel día.

La lluvia volvía todo tan melancólico que ya ni llorar le parecía apetecible, aceptaba que estaba perdiendo y que si seguían juntos era para no volver a estar solos. Itadori también podía fingir no darse cuenta que en su noviazgo había más grietas que uniones, de alguna manera eso le parecía más cómodo y sano que estar gritando se las 24 horas del día. Yuuji, mejor que nadie, sabe que la vida se define por las oportunidades que se toman y no es estúpido, casarse con Satoru resolverá su vida en todos los sentidos y es que, en ese punto exacto de su vida, no necesita de ninguna otra persona si ya lo tiene todo gracias a los sacrificios echos a lo largo de su corta existencia ¿Entonces, por qué? Tal vez busca una excusa para quedarse, trata de convencerse de que no está tomando una decisión equivocada y que si acepta, al menos algo bueno saldrá de eso. Odiaba el tiempo en el que solo pensaba en él, dolía bastante porque terminaba recreando en su mente los buenos momentos para llenar sus necesidades y expectativas actuales.

Yuuji había perdido su teléfono, no estaba seguro de dónde lo había dejado pues recordaba que lo llevó con él hasta el último momento pero eso no fue problema, satoru le regaló uno nuevo, de esos que tienen cámaras capaces de ver los lunares en saturno pero le daba cierta tristeza deshacerse del primer obsequio de Nanami. Había perdido algunos contactos como el de Toji e incluso el del mismo rubio pero tampoco tenía cabeza para pensar en ellos, ese mismo fin de semana sería su graduación, la escuela entera preparaba el evento más grande del año y trataba de enfocar toda su atención en ello.

Satoru se encontraba leyendo en el patio, esperaba que ese libro en sus manos fuera el hit que le habían prometido pero hasta ahora no era más que uno del montón, ya que su atención no estaba totalmente captada por las letras en las hojas notó como el chico tomaba las llaves del descanso.

-¿Vas a salir?

-Oh, pensé que no estabas —claro que sabía que estaba ahí pero ahora era más un tipo de fantasma que vivía con él.

-¿A dónde vas? —Dejando el libro de lado para tomar una posición que le permitiera tener una mejor vista.

-A la escuela, haremos un ensayo general para el viernes. No me esperes para cenar, tal vez pase a ver a Sukuna.

-Has estado saliendo mucho a verlo ¿Seguro que no necesitan ayuda con la remodelación?

-Estamos bien, quiere tener todo listo para antes de la boda —Fue lo último que dijo antes de irse, ni siquiera giró para verlo, no necesitaba ver su cara ni mucho menos esos ojos que lo juzgaban por no creerle.

My Sugar Daddy [Goyuu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora