He conocido a alguien.
Él se ríe de mis chistes, tiene una linda sonrisa, una bella risa y un grandioso sentido del humor, es atento, respetuoso y nunca me ha mirado con morbo.Un gran tipo supongo.
Y aquellos simpáticos ojos me observan a mi, pero en su reflejo puedo ver a otra mujer, una mujer que no soy yo.
No sentí nada, una parte de mi se lo esperaba.
Porque siempre ha sido así, la segunda opción o el premio de consolación.
En la obra de la vida he recibido el papel secundario o el extra que han de olvidar pronto su existencia.
Reemplazable y dañina como una bolsa de plástico.
Muy aburrida para ser la principal, muy enferma para intentar.
El peor es nada y la payasa que te ha de alegrar.Pero estoy bien así.
Si,
algún día voy a estar bien.nota que a nadie le importa:
una amiga me dijo que le escribiera algo mientras iba dando ideas y escuchábamos Ana's song de Silverchair (que no tiene nada que ver con el texto), supuse que debería guardarlo por aquí.