El recuerdo de unas cuantas palabras

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El hubiera no existe



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El recuerdo de unas cuantas palabras




Hikigaya Hachiman

Tuve un sueño... aquel sueño me recordó unas cuantas palabras que escuché alguna vez... jamás creí que tales palabras cambiarían tanto mi destino.

Me encontraba en el asiento del copiloto dentro de un auto, había estado durmiendo durante el viaje en coche, ya medio despierto escucho una suave y dulce melodía que emana de la voz de la mujer que conduce el auto esta noche; me hace sentir una gran nostalgia, así como una agradable sensación de tranquilidad.

Viajar de noche sobre un puente en este mismo auto y con esta misma mujer... no es la primera vez que pasa, aquella vez en navidad fue igual, ya ha pasado un tiempo tras eso...

"Vaya, que buen ambiente, ojalá pudiera quedarme así para siempre" pensaba mientras cerraba nuevamente mis ojos para descansar.

Hiratsuka: Ya hemos llegado.

Hikigaya: Oh.

Al bajar del auto pude observar el cielo nocturno estrellado. "Cuando muera, tal vez me gustaría reencarnar en una estrella", solo pude pensar.

La mujer se acercó a mí con un par de latas de café latte.

Hiratsuka: Hikigaya, ¿Quieres un golpe?

Hikigaya: ¡¿Eh?! ¿Ahora qué hice?

Hiratsuka: No te recargues en el auto, me arruinarás la pintura.

Hikigaya: S-Sí, cierto. -dije para inmediatamente alejarme del auto- Lo lamento.

Simplemente nos quedamos bebiendo mientras contemplábamos el cielo estrellado, a la vez que compartíamos un par de diálogos, claro, no podía faltar el cigarro de la sensei.

Hiratsuka: Ahorita mismo, me recuerda a aquella vez.

Hikigaya: ¿Durante navidad?

Hiratsuka: Exactamente.

Hikigaya: Lo recuerdo. Esa noche fue decisiva, me ayudaste bastante.

Hiratsuka: Me alegra haber sido de ayuda.

Hikigaya: Sí, de verdad eres una persona muy buena.

Esas últimas palabras me salieron tan naturalmente que hasta me sorprendí un poco yo mismo, pero ella fue quién más se sorprendió al notarse un leve sonrojo.

Hiratsuka: ¿D-De dónde viene eso? Aquella vez también me hiciste algo parecido, deja de jugar conmigo.

Hikigaya: No juego contigo para nada, en realidad me sorprende tanto el mal gusto por las mujeres de todos los hombres que te han pasado por alto.

Hiratsuka: D-Dices eso, pero aún sigo soltera, eso ya es más que mala suerte. Al menos ten el descaro de casarte conmigo. -dijo todo con rubor- *suspiro* que solita me siento...

En serio, que alguien ya se case con ella de una vez, si no, terminaré siendo yo... A decir verdad es mucho para mí... Si hubiera nacido 10 años antes... Si la hubiera conocido 10 años antes...

"Hubiera..."

No pude evitar pensar en aquellas palabras luego de perderme en mis pensamientos. Solamente iba pasando por ahí en aquel lugar, pretendía no escuchar nada, pero no pude evitar hacerlo, era una plática pública en medio de la calle.

"El hubiera no existe, jamás lo hará. Solo tenemos pocas cartas con las que jugar este juego llamado vida. Debemos de dejar de perder el tiempo, imaginándonos qué haríamos con cartas que no tenemos o que tuvimos alguna vez. Céntrate en las cartas que tienes y úsalas. Tienes que usarlas, ¿o a quién le dejarás tu destino? ¿A quién le dejarás tu felicidad?".

Jamás creí que esas palabras cambiaran mi forma de pensar aunque sea un poco.

Jamás creí que tales palabras cambiarían mi vida...

Hikigaya: No estás sola...

Hiratsuka: ¿Eh?

Oi.

Hikigaya: Hiratsuka...

Hiratsuka: Es "Hiratsuka-sensei" para ti.

Hikigaya: Cómo sea. Solo digo que mis palabras son sinceras.

¿Qué estás haciendo?

Hikigaya: Sin duda sé que no es algo más que mala suerte, porque quién no querría estar con una mujer como tú.

Detente, idiota.

Hikigaya: No solo eres tan hermosa, sino también buena, genial y una fantástica maestra.

¿Qué demonios crees que estás haciendo?

Hikigaya: Pero sobre todo, una increíble mujer. A veces pienso... Si tan solo, hubiera nacido 10 años antes, y te hubiera conocido 10 años antes, me hubiera enamorado perdidamente de ti...

Hiratsuka: ...

Hikigaya: Pero es mentira.

Hiratsuka: !!!

Hikigaya: Porque incluso ahora me doy cuenta de que en realidad me gustas...

Se acabó...

Hikigaya: Siempre que te quejabas de estar sola, me entristecía verte así, porque... quién dejaría sola a una mujer como tú.

Hiratsuka: Hikigaya...

Hikigaya: Por favor, no digas nada. En realidad, lo siento, seguramente te he dejado incómoda, deberías irte, yo pediré un taxi.

Hiratsuka: N-No, eso no es necesario.

Hikigaya: No debes forzarte a-

Hiratsuka: Hikigaya, sube al auto.

Hikigaya: En serio n- -las últimas palabras se vieron interrumpidas por un derechazo en el vientre-.

Hiratsuka: ¡QUE SUBAS AL MALDITO AUTO! -decía mientras daba su golpe y ocultaba su rostro-

El hubiera no existeWhere stories live. Discover now