💌(^^)One Shots Boku No Hero Academia(^^)💌

Bakugo Katsuki

Sus manos recorrían mi cuerpo desesperadamente. Su roce era espectacular. Por la temporada, no podía activar su quirk eficazmente, así que sus manos estaban frías, eso hacia estremecerme.

Finalmente me quitó la camiseta y sus labios no tardaron en rozar mi piel.

A diferencia de sus manos, su lengua se sentía calida. Es como si estuviera trazando un camino en mi torso.

Decidió divertirse con mis pezones y ¡Ahg!.

—Ahg d-duele

—¿Ah si? Pues esto me dice que te está gustando— Ya se podía sentir duro mi miembro por encima del pantalón de la pijama. Este hijueputa empezó a sobar y a hacer círculos.

Gemidos y jadeos salían de mi. Tapé mi boca para que no se escuchara nada. Los vecinos son super chismosos y las paredes de mi casa son bastante delgadas.

—Quita la puta mano, quiero escucharte— Mandó a volar mi pantalón junto con mi ropa interior dejando al aire mi pene que ya estaba bastante duro.

Comenzó a masturbarme y con su mano sujetó mis brazos para no poder moverme y taparme la boca.

—K-katsuki, los vecinos nos pueden oír.

—No me importa, por mi mejor. Ahora...— Paró en seco sus movimientos dejándome con espamos, ya que ya estaba apunto de llegar.

Me bajó de la barra e hizo que me arrodillara enfrente de el.

Se bajó el short que le presté para dormir y también el boxer, mostrando su enorme miembro.

Yo me mordí el labio y ni siquiera fue necesario que me diera órdenes.

Me abalancé a degustar del postre que me estaba ofreciendo.

Al parecer lo estaba haciendo perfectamente bien, ya que sus piernas estaban temblando y sus manos volvieron a mi cabello para que no me alejara.

Lamía todo su tronco llegando a la punta, succionandola y besandola.

—Vaya, si que lo haces bien Ahh~ ¡Joder!— Comenzó a mover en círculos su cadera.

Mi boca emitía sonidos obscenos y creo que eso también ayudaba a que durará más. Cada que la sacaba de mi boca y hacia un sonido, se ponía más dura.

De nuevo, en seco me detuvo y me puso en cuatro. Apoyé mis brazos en la barra.

—Preparate para moder almohadas

Sin esperar, sentí de golpe el miembro de Katsuki. Fue tan brusco que las piernas me temblaban y me estaban dando espasmos.

—Ah~ Se siente tan cálido acá adentro. ¿Te dolió?

—S-solo un poco. Espera un poco ¡ahg! Para que se me pase.

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—¡Ahhh mierda!

Estábamos de misionero y sentía en cualquier momento explotaría.

Mi entrada estaba más que empapada. Esto se estaba sintiendo tan bien.

Me sentía estúpidamente excitado que tenía la mente en blanco. Ya no pensaba ni en los vecinos, ni que estábamos en mi casa, que mis papás podrían entrar, NADA. Solo en lo bien que me estaba cogiendo este maldito rubio narcisista.

En lo que el tiraba de mis caderas, volteé para poder ver la expresión del rubio y su cara era todo un poema. Estaba super hiper mega rojo, sudado y se encontraba jadeando como nunca lo había hecho.

Todo su ser estaba empapado. Se ve tan puto sexy.

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—¡Ya no voy a aguantar más! ¡Ahh~!

—Yo tampoco ¡Ahhh!— Llevo 10 minutos intentando aguantar. Lo estaba haciendo tan bien, que no quería acabar.

—Me voy a- a- a— Sus embestidas estaban aumentando de velocidad e intensidad. Esta apunto de venirse. Ni siquiera podía articular una palabra.

—¡Ahh! ¡Joder!— Katsuki llegó al orgasmo. Yo me estaba masturbando y 2 minutos después llegué al mío.

Terminamos tumbados en el sofá con una cobija cubriendo nuestros cuerpos sudados y temblorosos.

—Que mágico fue esto— Dije aún con la respiración agitada.

—Te quiero— ¿Que? ¿Katsuki diciendo que me quiere?... Joder, esto es un sueño.

—Yo también, Dynamite— Nos dimos un beso tierno y cálido. Claro, después de habernos revolcado como perras en celo.

—¿Ducha?

Asentí —Ducha. Feliz Navidad, Katsuki—

—Feliz Navidad, tonto.