Catorce

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-Esas voces que nos rodeaban ya las habías escuchado antes, no?- preguntó la astuta mujer mientras avanzaba detrás de él, con destino a la casa de piedra. su pequeño cuerpo se tenso por la pregunta y sus ojos parecían haber perdido su brillo característico-sí. Esas voces me atormentan desde el día que mi padre nos abandonó, y me persiguen en cada sueño que tengo. Esta casa la construyeron mis padres luego de la guerra en el reino sur para escapar de los mercenarios, pero mi padre huyó poco tiempo después de terminarla- habló con pesadez- Pero es imposible que siga de pie- concluyó de forma abrupta. Nefer observó con pena al joven que caminaba frente a ella, preguntándose si un niño tan joven merecía algo tan horrible como aquello. por primera vez su corazón se ablandó y se permitió empatizar con él, sintiendo toda la amargura y la tristeza que inundaba en sus sangre. Everest no se permitió mirar sobre su hombro, pero envolvió la espalda del menor con su brazo y apretó levemente está, continuando el sinuoso camino que se abría paso entre flores y plantas extrañas.- Esto parece un sueño- soltó Everest mientras tomaba una margarita entre sus manos. Pero el terror no se hizo esperar en la mujer- Es porque lo es- dijo paralizada, observando a un pequeño niño de cabello trigueño y ensortijado correr entre las flores a pocos metros de ella, con resplandecientes orbes azules.- Ese soy yo…- dijo incrédulo Naveen, mientras el pequeño corría hacia la casa con gran euforia. Los aventureros apresuraron el paso y casi corriendo lograron alcanzar al niño, que entraba ya a la casa. Antes de cerrar completamente la puerta los miró con picardía y con un dedo sobre sus labios indicó que hicieran silencio. Un extraño frío recorrió los cuerpos de los que observaban la escena, y Everest miró al joven con una extraña sensación de miedo. Nefer fue la primera en reaccionar y abrir lentamente la puerta, encontrándose con una casa completamente destruida y calcinada. La cenizas flotaban en el aire y se posaban delicadamente sobre los cadáveres putrefactos de una mujer y dos niñas, que parecían haber sufrido la peor de las torturas antes de morir. Sus cuerpos desmembrados y destrozados, las vísceras y la carne destrozada, los rostros desfigurados entre el miedo y el dolor, todo aquello generó un profundo asco y terror a los tres espectadores.  Naveen negó repetidas veces con la cabeza y retrocedió de forma tambaleante, mientras las náuseas invadían su cuerpo y pesadas lágrimas caían por sus mejillas- Nadie podría ser así de vil… ningún ser viviente sería capaz- dijo con la voz entrecortada Nefer, sentía como todo su corazón daba un vuelco mientras intentaba quitar la imagen de su cabeza. Sin embargo el rostro de Naveen se transformó completamente, y a pesar de que las lágrimas seguían recorriendo su rostro sus ojos parecían los de una bestia- esto es lo que hay que superar, lo dijo el monstruo. Superar tus más vívidas pesadillas para no morir-               
Everest observó impresionado al joven, quien no tardó mucho más en secarse las lágrimas y encontrarse cara a cara con su versión menor, que lo esperaba en lo que parecía ser la puerta a otra habitación. El niño le hizo señas para que fueran con él, y continuó su camino a través de la puerta. Naveen fue el primero en avanzar y caminar sobre los putrefactos restos de los cadáveres, el sonido de las vísceras bajo sus botas era tal vez la peor de las torturas. Everest se percató de que el joven se había detenido en la mitad del camino, y se apresuró a tomar su mano con fuerza intentando transmitirle toda la calidez posible. Incluso rezo a todos los dioses por redención si es que ellos los escuchaban desde allí. Avanzaron dificultosamente hasta la segunda puerta, donde una gran cantidad de dibujos se encontraba adherida a la madera. Naveen empujó con fuerza la puerta y se encontró en la sala de honor de un antiguo palacio, donde las pinturas de sus ancestros y enemigos colgaban con solemnidad. sus rostros comenzaban a moverse y deformarse a medida que avanzaban, y sutiles susurros se hicieron presentes con cada paso. Nefer reconoció a varios de allí, familiares y lejanos parientes adornaban las paredes con sus mantos reales y filosas espadas. No avanzaron mucho más antes de encontrar la figura del caballero nuevamente frente a ellos, esta vez mucho más humano, cortando el cuello del niño..- a qué le temes, Vaughan?- preguntó con sorna, mientras dejaba caer el cadáver y la sangre se extendía por la alfombra. Los dientes del menor rechinaron y su mano cosquilleó, el aire se hacía más pesado a su alrededor- ¿A ser un fracaso? ¿A ser humillado otra vez?¿A perder a quienes amas?- su armadura se arrastraba por el pequeño salón, intentando intimidarlo sin respuesta. Everest reforzó el agarre que le proporcionaba y una ola de calidez golpeó su cuerpo, dándole la fuerza que necesitaba. Con delicadeza se separó del mago y lo observó con compasión antes de avanzar- No le teme a nada y menos a ti, estúpido brabucón- sentenció Nefer con ira. El caballero rió sarcásticamente antes de desenvainar su espada, que era igual de negra y reluciente que su armadura. Los ojos del joven se iluminaron nuevamente, y con una amplia sonrisa se dirigió al soldado- No deberías subestimar a un niño-susurró. Como si de magia se tratase, el soldado comenzó a desintegrarse lentamente en su lugar, entre ahogados gemidos y súplicas. los ojos dilatados del joven lo observaba sin pena y con un leve matiz de gracia mientras que en sus extremidades comenzaban a formarse escamas oscuras y ásperas al tacto. Bajo la impresionada mirada de sus compañeros, se giró sobre sí y la luz en sus ojos pareció disminuir. Una sonrisa nerviosa surco su rostro y pequeños colmillos asomaban sobre sus belfos.- esto tiene una explicación- dijo de forma nerviosa. Pero antes de que pudiera explicar, los fuertes brazos de Everest lo rodearon con fuerza y la fría mano de Nefer acarició su despeinado cabello.- Lo supuse desde que hablaste sobre el fruto secreto. Sin duda hablaremos de esto más tarde, pero por ahora debemos seguir- dijo con calma el mago, para luego separarse de él.- Nos alegra que estés bien- dijo la emperatriz, quien ahora tenía el felino en brazos. Para Everest esto fue más que alucinante, ya que Ulises no se dejaba acariciar por nadie que no fuera él.

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⏰ Última atualização: Sep 09, 2022 ⏰

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