Capitulo 4: mi amiga Ana

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Madre mía, en el cole nos hablaron un poco de estos blogs y lo peligrosos que eran pero en la realidad no era para nada como ellos decían. Se supone que tenia que ser un lugar oscuro donde todas las niñas dijeran o muerta o delgada y se criticaran las unas a las otras, pero no. Era súper diferente de como me habían contando. Era una especie de comunidad de principalmente chicas, aunque también había algún chico, que dependiendo de si eras ana o mía te daban un tipo de consejo u otro. A mi me pareció increíble, muchas personas ayudándose para verse bien y apoyándose los unos a los otros. Sentí que en mi vida me habían dado algo así así que me metí de lleno.

Según entrabas de primeras en estos blogs tenías que elegir si eras Ana o Mia. Yo leí bastante sobre el tema y desde un principio descarté la idea de Mía porque el tema de vomitar no era algo con lo que yo lo pasase muy bien, me mareaba siempre en el coche, en el autobús, en los aviones, en absolutamente todo y siempre que vomitaba considera que era una de las peores sensaciones que se podían tener. Así que pensé que Ana sería mejor opción para mi, ademas, aparentemente parecía sana porque comías, hacías deporte y veías a tus amigos.

Leí el blog con detenimiento porque era novedad y porque realmente era tan diferente de lo que yo esperaba que no sabía que era verdad y que no. Aquí venían redactadas normas, consejos, fotos como inspiración, dietas e incluso un foro para hablar con demás gente en la misma situación. De verdad que me pareció bastante guay y normal y que sería divertido y buena idea. Así que busque dentro de la galería una foto de mi cuerpo soñado y la correspondiente dieta para lograrlo. Las dietas estaban divididas por la cantidad de comida o ejercicio que hacías y por niveles. No era igual para alguien que empezaba que para alguien que llevaba un tiempo haciéndolo porque por ejemplo, los principiantes hacían 3/4 comidas al día, mientras que los "avanzados" 1 o incluso ayunos.

Llego el momento, dieta arcoíris se llamaba, 7 días de la semana 7 colores del arcoíris. Día 1 rojo: manzana, tomate, pimiento, fresas... lo que quisieras pero de color rojo. Día 2: Naranja, día 3 amarillo y así hasta llegar al morado. El problema era que si el primer día podías comer lo que quisieras, el último solo podías hacer 2 comidas. Me pareció difícil, mucho, pero lo hice y acabé la dieta. Fue una semana rara pero como solo fue esa semana en específico no pasó mucho, mi familia no se dio cuenta, y como por las tardes iba al conservatorio por las noches decía que no podía cenar o que cenaba en mi cuarto mientras hacía los deberes.
Hice mil dietas más y por supuesto fui bajando de peso. Cada vez más delgada, cada vez más guapa pero seguía sin gustar. Me frustré mucho porque no entendía nada, así que en los blogs llegue al apartado de los ayunos. Lo leí, y no se me paso por la cabeza hacerlo porque no comer nada durante todo el día??? es literalmente imposible no.

Mi vida siguió intercalando periodos de comer normal, con dietas del blog y cada vez más cerca de la foto de inspiración deseada, pero llegó el punto en el que yo ya tenía ese cuerpo y no me sentía satisfecha así que busqué otra foto y vuelta a empezar. Este proceso se alargó hasta 3º de la ESO, ahí alcancé mi peso más bajo, que seguía sin ser suficiente. Estaba totalmente comida por la anorexia, pero no lo sabia porque yo solo formaba parte de una comunidad chulisima de internet en la que todos nos ayudábamos.

Un día de Abril, llegó nuestra tutora a clase y nos contó que nuestra compi de clase y una de mis únicas amigas no iba a venir a clase durante un tiempo porque estaba ingresada en un hospital psiquiátrico por anorexia y depresión. WOW! Sí que ha llegado a un extremo, pensé. Ilusa de mí que estaba en la misma situación.
A partir de ese día nos dieron más charlas sobre los TCAs y salud mental, pero yo seguía convencida de que todo en mi vida estaba bien.

Hasta que finalmente llegó el día. Llegó el día en el que decidí que si quería llegar a la foto de inspiración que me había fijado tenía que hacer algo, y ese algo sería empezar con los ayunos obviamente. Me daba mucho miedo, pero era la única opción, así que me salte el desayuno, como comía en el comedor me escondí, y a la cena dije que no tenia hambre y me encontraba mal. Día 1 superado. Día 2, exactamente los mismo, hasta que llegó el día 3. Semana cultural en mi cole, charlas sobre salud, experimentos, teatros, etc. cosas bastante chulas la verdad, pero no las disfrute absolutamente nada porque tenia hambre, es más, me moría de hambre.
Recuerdo perfectamente el momento. Charla sobre accidentes y daño en los órganos, perforación de la pleura en un accidente automovilístico. Me desmayé y me di un tremendo golpe en la cabeza. Como empecé a convulsionar llamaron a la ambulancia.
Realmente no me acuerdo de nada, solo que me desperté en el hospital y con unas analíticas que mostraban lo que había pasado.

Desde ese día, todas las semanas iba al centro de salud, todas las semanas tenía una analítica y todas las semanas me pesaban. Además se sumó un problema y es que a pesar de tener casi 15 años no me había bajado la regla por bajo peso, es verdad que mucha gente a esta edad todavía no la tiene, pero en mi caso no era cuestión de genética o cuestión de que todavía no era el momento, sino que mi peso no era el suficiente.
Mi médico decidió esperar porque tampoco era una súper urgencia y podía recuperar el peso y estar sana.
Me dieron pautas alimenticias para recuperar mi peso, me pareció horrible, todo lo que había que comer, lo gorda que me iba a poner y todo mi esfuerzo de 2 años tirando a la basura. Paso una semana y yo me sentía un tonel, me miraba al espejo y lloraba, no quería salir de casa ni para ir al cole, ni al conser, ni ver absolutamente nadie.

La dismorfia y el tca se habían adueñado de mi.

Vas y vienesWhere stories live. Discover now