- Señorita, usted es única, su piel tostada levemente afinada dándole un tono de majestuosidad, su cara pecosa con tonos hermosos, sus grandes ojos morados, que incluso tocan un lila, y su cabello negro como la noche, lacio y largo como si se tratara de fino lino – Dijo Myona mientras que me vestía con un vestido lila perla, suspire por sus dichos, me sentía mucho más aliviada.

- Nunca piense que usted debería de cambiar o verse de otro modo, usted es simplemente hermosa, y, además, usted proviene de una familia extranjera, dese el lujo de decir que su belleza es de otra tierra – Dijo Myona con audacia, sonreí mientras que sentí como me hacía un peinado junto a Tryna.

Al pensar lo que me dijeron mis damas de compañía suspire, era cierto lo que me decían, era muy especial, y debía tener más confianza en mí.

- Es cierto, no sé porque pensé que no era como Navi… Tengo que tener más confianza en mí misma… - Dije viendo mis manos, mis damas sonrieron siguiendo con lo que hacían.

Luego de un rato me vi en el gran espejo que abarcaba cierta parte de mi habitación, estaba increíble, pensaba cambiar por el bien de mi destino, aunque, en cierta manera, no quería cambiar mi manera de ser con Sovieshu, solo porque me lo decía una anciana.

Al salir de mi habitación sosteniendo un libro en manos, me sorprendí al ver a Navi con un vestido rojo carmesí llegando hacia mi puerta con una sonrisa levemente en el rostro y un libro en mano, claro, nunca la podía encontrar sin uno.

-Perla, buenos días – Me dijo sonriente, estaba mucho mas sonriente gracias al pollo dorado, que había llegado hace unos días al imperio, aunque solo sería por un periodo corto, y, en menos de un día, había cambiado totalmente a la Navi que conocía.

-Buenos días, Navi-amorosa– Dije con una sonrisa y con algo de audacia, ella rio tapándose la boca con su mano y comenzamos a caminar hacia donde nos darían el curso de emperatrices.

Y hablando de cosas de la clase, el pollo dorado, y el futuro deseado para el pronto pacto entre el Reino de Occidente junto al Imperio de Oriente, aunque hablando nos llevamos una sorpresa ya que en el camino nos encontramos con Sovieshu.

-Aaaah, miren con quienes me encontré… Con Navío y la doña habla demás– Dijo mientras que se encaminaba hacia nosotras con ese tono pretencioso y molesto
Su cara se les notaba las intenciones que traía consigo, simplemente las ganas de fastidiar como siempre.

Lo que me preguntaba siempre, era que, ¿cómo sabía lo que siempre pasaba conmigo y lo que pasaba alrededor de mí? Eso me molestaba porque no lo hacía para preocuparse, sino, para molestarme, al escuchar lo que dijo hice una cara de disgusto rápidamente.

-Ya veo que te desagrado, Doña impulso – Simplemente lo ignore dándole la espalda, no quería meterme en problemas otra vez, y, llegar tarde.

-Oye, no le puedes dar la espalda al próximo emperador – Dijo con algo de enojo mientras que me tomo del hombro jalándome, en ese momento le mire, y él me miro a mí, nuestras miradas conectaron por varios segundos.

La verdad, no entendí porque razón mis ojos no querían dejar de tener contacto visual con él, era como si todo alrededor no existiera, solo sus ojos y los míos, no sabía tampoco porque él no quería apartar su mirada, pero la verdad, no me desagradaba del todo esa sensación, hasta que Navi hizo que reaccionara.

-Llegaremos tarde, con permiso, su majestad – Dijo Navi sacándome de mi estado de trance haciendo una pose de respeto, la imite y nos fuimos dejando atrás a un atontado Sovieshu, note por el rabillo del ojo que Sovieshu aun quedo en algo similar al shock, pero luego reacciono yéndose, me pareció muy extraño.

Mi Emperador Sovieshu x TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora