__ Perdón, korol. Me emocioné. - se excusa más formal. - ¡Pero lo hice! ¿Lo viste?

__ Lo vi. - afirmo con una sonrisa que no oculta lo complacido que estoy con verla sonreír y no preocupada por cumplir con lo que cree puede decepcionarme. - Lo hiciste en menor tiempo del esperado. Es aún mejor. - recalco.

__ Eso demuestra que soy hija del korol. - manifiesta estirando sus pies. - ¿Cumplí tus grandes expectativas, padre?

__ Como korol estoy sorprendido y satisfecho. Como padre nunca dudé de las capacidades de mi hija. - dictamino. - Eres Waleska Mikhailova, hija del korol. Fuerte, hábil y asombrosa.

__ Te faltó hermosa. - contesta airosa.

__ Eres hermosa como tu madre, pero tan letal como tú padre. A eso en un mismo ser, deben temerle. - exclamo. - Eres mi hija, uno de los cuatro puntos que conforman el centro de mi vida.

Sus brazos me rodean el pecho. Siempre le ha gustado que le diga cuándo adoro su presencia en mi vida. Desde pequeña se hizo de su propio carácter. Uno arriesgado y extremo que no le teme a lo que se ponga enfrente. Luego de lo ocurrido junto a Gavrel adoptó una actitud más desconfiada, pero a diferencia de su hermana, Leska es mas rencorosa. Cobra al instante lo que para ella es una ofensa.

Se aleja con el móvil en una llamada de su madre, la cual se emociona con ella. Aún no asimilo que haya crecido tanto, ya no es la bebé de meses que buscaba consuelo en mí o el gato chillón que apretaba para reír.

Ahora es toda una mujer que decide y defiende sus ideas.

__ También te da nostalgia ¿no es así? - pregunta Andrey. Ni siquiera sentí cuando llegó. - También siento ese miedo. El tiempo corre. Nuestros hijos ya no son unos niños. Crecieron casi metro y medio más del que quería.

__ Ya pueden solos. - confirmo un tanto confuso por saberlo desde que mis mellizos se convirtieron en padres.

Volteo hacia atrás y veo a Zarya bajando del auto, dejando ver por un segundo a esos pequeños que me corroboran tal idea.

Damien es quien entra primero. Ninguno me ve, pero desde mi lugar los observo detallando a quienes vienen con ellos. Briana cuida de su hija que ríe cuando juega con sus diminutas manos mientras el comandante solo observa desde su sitio a las sillas frente a él. Precisamente donde vienen asegurados los suyos.

Al pasar cerca de los autos siento la mirada del comandante sobre mí, aún no hemos tenido una conversación real con él, pero considero que Zarya está en buenas manos. Le veo madera de ser aquel que le dará lo que sea con tal de preservar la vida de mi hija. Lo corroboré cuando puse a prueba su resistencia, todo lo contrario a quien mi hija menor tiene como pareja. El primero es capaz de morir por salvar a quien considera su vida.

Justo lo que quiero para ambas y que aún el novio de Leska no me convence lo sea.

Me saludan de las dos formas, distinguiendo el ser mis hijos con mis sucesores.

__ Creemos que podemos colocar un sistema más exclusivo para nosotros. - me dice Damien. - Con todo lo que está pasando es necesario tomar medidas para la dinastía.

__ Ya contemplé posibilidades. En eso es lo que está trabajando mi gente. - les indico que me sigan. - SMEY es muy útil para tener vigilancia alrededor, pero le falta resolver problemas complejos y multidisciplinares de una forma automática, dando soporte a las decisiones de un experto.

Andrey ya está adentro cuando entramos. Damien y Zarya detallan todo con detenimiento. No he perdido tiempo ni espacio para mejorar lo que tengo y obtener lo que aún no.

__ ¿Desde cuándo lo haces? - pregunta mi hija mayor.

__ Que no esté al mando no quiere decir que me voy a quedar de brazos cruzados esperando a que me tomen desprevenido. - alego. Mis aliados nunca dejan de llegar así pierda a alguno, solo no estoy. - Pueden ver los avances por ustedes mismos. Necesitarán entenderlo todo.

__ ¿A donde vas? - increpa Zarya.

__ Llevaré a los niños a dar un paseo. - comunico y sonríe. - Tal vez Anasya no golpea a un niño mayor que ella.

Su risa se hace más grande al saber porqué lo digo.

__ Ya que ellos se quedan a reemplazarnos, yo tomaré un descanso. - exclama Andrey siguiéndome. - No nos esperen a la comida. Tenemos asuntos minis que debemos resolver.

Solo volteo los ojos ante su intrusión. No puede quedarse callado, como tampoco me deja de seguir cuando llego al auto. Briana me saluda diciendo que en la pañalera hay todo lo necesario para el cuidado de Tamara, antes de ir por los tres bebés que me entregan con recelo.

Sé cuan desconfiado es. Solía ser igual cuando mis hijos estaban pequeños, pero entiende que puedo cuidarlos tanto como él.

Hace mucho no veía bebés. Siendo la misma cantidad me acostumbro rápido a tenerles cerca.

Una niña de ojos azules me revienta el pecho al verla moverse con inestabilidad en tanto la tomo en brazos para detallarla un minuto jugando con ella y su sonrisa preciosa, antes ponerla en su cochecito para tomar a las dos copias, las cuales se mantienen despiertos haciéndome reír en pensarlos como protección a su hermana que sí duerme plácidamente, aún cuando la cargo contra mi pecho igual que sus hermanos, como si el mundo tuviera una deuda con ella que puede hacer cumplir sin mover un dedo.

Aún están pequeños, aún así sé que daría todo por seguir viéndolos.

Al igual que sus padres reclaman su lugar en mi alma. No piden, exigen ser amados y tengo claro de cuan imparables pueden ser.

Es mi descendencia. Saber eso le da paso a enorgullecerme al saber que unos débiles no serán y con solo existir ya tienen quien quiera ponerles el mundo a sus pies. Como lo merecen.

__ Dale el biberón al menos ¿O no le trajiste como la otra vez que a ninguna le trajiste pañales? - pregunta el idiota como si fuera igual a él. Andrey les hace caras a Roman y Alec robando una risa ligera que desaparece en cuestión de segundos vanagloriandose con ello, por lograrlo. - Hay que asegurarlos porque así como eres de irresponsable capaz los llevas en el asiento delantero.

__ Ese fuiste tú. No me digas cómo debo cuidar a bebés, que bastante experiencia ya tengo. - aseguro y es quien voltea los ojos en esta ocasión.

Una discusión con este tipo jamás termina por lo cual opto por ignorarlo en las tonterías y prestar atención a lo que puede servir.

Tengo que viajar a New York, eso lo tengo claro. Pero por ahora estoy bien buscando convivir con aquellos que me elevan el ego al verlos. No soy inmortal como para olvidar que debo disfrutar de ellos cuando aún respiro. Cosa que puede cambiar en cualquier momento y lo único que en verdad valoro tener es a mi rubia que me dió razones para amarla más junto a mis hijos que ya pueden luchar solos.

Eso no quiere decir que los dejaré de cuidar cuando me necesiten.

Mobster Librarian (Libro 1 Dinastía Indestructible) Where stories live. Discover now