𝐢𝐧𝐭𝐮𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧

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Cinco Hargreeves.


Existen siete mil setecientos setenta millones quinientos veintiún mil personas en el mundo, y de todas ellas, tuvo que haberla elegido a ella. Soporto incluso el tener que trabajar con la noviecita de mi hermano, tuve que arreglar error tras error de mi familia, todo para llegar a este punto y no puedo evitar querer dar vuelta atrás y corregir cada uno de los errores que cometimos.

Si Reeves hubiera estado conmigo en el momento que arruinamos la línea de tiempo, ella lo hubiera previsto, y sin importar que, hubiera evitado que jodiéramos todo.

Sin embargo, ahora estoy sentado frente al bar, esperando a que llegue y rogando poder soportar cada uno de los regaños que seguramente me iba a dar cuando sepa todo lo que hice.

Pero no podía arrepentirme. Todo lo hice por mi familia.

-Entonces, hermanito, ¿Estás seguro de que esta chica podrá ser la clave para salvar el mundo? Debe ser especial para que le hayas dejado darte tremenda cachetada y no hacer nada al respecto.

Klaus interrumpió mis pensamientos ¿No puedo tener dos minutos para arreglar los líos en mi cabeza?

-El viejo lo dijo. - Respondí, refiriéndome al "Cinco del Futuro" que había visto unas horas atrás - Muy claramente; "Debes buscar a Lizz. Ella tiene lo que necesitas." - Repliqué con molestia mientras tomaba un sorbo de Whisky.

-¿Y quien es Lizz? - Preguntó con un tono de voz sugestivo y alargando el nombre de ella. Se inclinó hacia mí y golpeó su hombro con el mío.

Entrecerré mis ojos mientras lo miraba, dándole a entender que no encontraba gracia en sus acciones.

-Fue mi compañera durante diez años en la Comisión.

Su boca formó una pequeña "o" y sirvió otra ronda de tragos.

-¿Diez años? Y yo creía que esta familia no podía tener relaciones estables durante más de tres semanas.

-No es... Era una relación. Era trabajo.

Klaus rio, de una muy clara y molestosa forma mientras bebía de la botella.

Me pregunté: ¿Qué diablos hacía tomando con ese tipo?

-¿Cómo es ella? - Preguntó finalmente, con una sonrisa.

Deslicé la fotografía desde mi bolsillo hasta la mesa. Klaus la tomó y analizó la foto ojeando cada centímetro. Yo no esperaba que sea capaz de si quiera ver bien teniendo tanto trago en su sistema.

Miré la foto, ahí estaba ella, parada a mi lado mientras fingía una sonrisa con sus labios juntos. Aunque la diferencia de estatura era notable y mi cara estaba dirigida hacia la cámara, mis ojos estaban concentrados en su rostro.

Luego, Klaus dejó la foto sobre la mesa y me miró directamente.

-¿Qué?

-No puedo creer que la adultez te sienta tan bien. Mira que guapo-

Giré mis ojos y tomé la foto para después guardarla en mi bolsillo otra vez. Klaus al parecer no podía tomarse nada en serio.

-Entonces... Me estás diciendo que durante diez años trabajaste con esta chica, linda como el cielo, y ¿No pasó nada? - Preguntó haciendo énfasis en la pregunta.

Mentiría si no dijera que me hice esa pregunta algunas veces.

Diez años es un muy largo tiempo. Demasiado.

Tirar todo eso a la basura fue por mucho, una de las decisiones más duras que hice en toda mi vida.

Klaus interpretó mi silencio y habló otra vez.

APART -Five Hargreeves (en pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora