It Kinda Sounds Like A Taylor Song

Mr Perfectly Fine

La mermelada en el pan blanco volvían loco a Jisung, por lo tanto, sus amigos estaban fuera de su habitación tratando de que él saliera por primera vez en todo el fin de semana.

Estaban seguro de que ni siquiera se había duchado, y muy probablemente, su cuarto sería un desastre que tendrían que ayudarle a limpiar.

Parecía que el soborno no estaba funcionando, así que optaron por decirle (no tan silenciosamente) que se comerían todos los postres que a Jisung tanto le gustaban sin él.

Con el cabello desordenado y un pijama viejo que pertenecía a Minho, Jisung salió de su habitación para tirar su almohada a Hyunjin, quien comía el pan con mermelada en la pequeña cocina.

Changbin se apresuró a cerrar la puerta detrás de Jisung y bloquearle la entrada en caso de que volviese a aislarse lo que quedaba del fin de semana.
El chico pareció darse cuenta y trato, vanalmente, en mover a su amigo, pero Changbin era lo suficiente fuerte como para que no se le moviera ni un pelo.

Félix abrazó a su amigo, quien se quedó paralizado en el momento, pero que después pasó lentamente los brazos alrededor del rubio.

"¿Que tal si te das un baño, Jisung?, Después podemos ver todas las películas de estudio Ghibli que quieras", negoció, aún sin soltar a su amigo.

"Y ordenaremos pizza o hamburguesas, o los dos", sonrió Hyunjin.

"¿Qué opinas, Sungie?", Felix lo alejó un poco para sonreírle.

"Lee Minho es un maldito idiota", dijo, dejando caer la cabeza en el hombro del rubio. 

Los tres invitados se miraron, sin saber que decir.
Para ellos, la relación entre Minho y Jisung era bastante saludable. Los dos se querían y lo demostraban todo el tiempo. Entonces, la ruptura también los afectó un poco, sobre todo porque solían ser amigos muy cercanos, y el saber que de cierta forma Minho traicionó a Jisung les dolió mucho.

Después de animar al chico castaño a darse un baño, Félix y Hyunjin limpiaron su habitación.
Había latas de cerveza, cajas de pizza y sobras de comida rápida que comenzaban a oler mal. Además de la ropa sucia que se amontonaba en una esquina.
Hyunjin, en un intento desesperado de abrir la ventana para que el olor a humedad pudiera salir, rompió la manija del marco hacia la calle. Los dos chicos se miraron con sorpresa, mientras que el culpable se defendía argumentando que era otoño, y que Jisung podría mantener abierta la ventana hasta que pudieran salir y comprar una manija nueva.

Changbin, por otro lado, se estaba haciendo cargo de la cocina.
Jisung no era nada bueno cocinando, y el que hacía ese tipo de trabajo solían ser su madre y Minho. Ambos le guardaban tuppers de comida en el refrigerador para después. Pero eso no quitaba que había un desastre de platos y vasos que debía lavar.

La pequeña sala solo tenía botellas de cerveza tiradas en el suelo, pero por lo demás, permanencia intacta.

Para cuando Jisung salió del baño, al menos su habitación era ya un lugar habitable.
Félix puso a lavar las sábanas y algunas cobijas y las cambió por otras que encontró en el armario, que aunque parecían algo viejas, olían bien.

Jisung se sentó en el sillón frente al televisor, recostandose un poco para relajar su cabeza, que dolía bastante desde hacía ya unos días.
Mientras veía a sus amigos trabajar en su casa se sintió absolutamente culpable.

Era su problema si su hogar permanecía sucio, pero no podía manejarlo solo. Necesitaba a Minho.

Y aunque ese era un pensamiento recurrente, trataba de convencerse a si mismo de que podía hacer todo solo, como era antes de conocerlo, pero a decir verdad, le resultaba más difícil de lo esperado.