El Quater Back ~ Shownu - Monsta X ~

Voleibol

Shownu le había dado ya muchas vueltas al altercado con aquella chica, y es que en verdad creía que no lo quería cerca, pero se deshizo de ese pensamiento tan rápido como lo tuvo.

"Solo estaba molesta por lo de su amiga" pensó.

Y en parte, tenía razón. Tenía tantas emociones dentro de ella que sacó todo con la primera persona que se cruzó en su camino, y ese había sido él.

Por otro lado, no dejaba de pensar en todos esos grupos del segundo piso, estaba casi seguro de que conocía a esos chicos, por lo menos los había visto caminar por los pasillos de la secundaria, pero nadie salvo él parecía notarlos.

¿Por qué no recibían el mismo trato que los equipos deportistas?

La chica se había equivocado en algo, a Shownu sí que le importaba saber qué había pasado con todos grupos, en especial con el suyo y estaba casi seguro de que sí lo comentaba con sus compañeros ellos pensarían igual, pero también tenía razón, era una escuela liderada por deportistas.

-¿Estás bien? –preguntó la señora Son desde la sala.

-Sí. –contestó saliendo de su burbuja. -¿Por qué la pregunta?

-Llevas un buen rato dándole vueltas a ese tazón de cereal. –dijo su madre alzando las cejas.

-Es que...me serví mucho.

Se puso de pie para tirar el cereal pastoso de su plato, lavó el traste y lo colocó en un lado.

-Ven aquí. –invitó su madre. -¿Algo que quieras contarme?

Shownu obedeció y se sentó a su lado.

-No es nada. –negó sonriendo. -¿Qué estás viendo?

-Es el ballet nacional, están presentando "El lago de los cisnes".

El chico asintió mirando el televisor.

La bailarina era muy hermosa. Lo atrajo su manera de moverse, la forma en la que estiraba sus brazos y piernas, esa habilidad para ponerse de puntillas, que, por cierto, lo hacía ver muy fácil.

Y esos giros, todos tan limpios y correctos.

Shownu se acomodó mejor en el sofá, estudiando con detenimiento esa técnica, porque claro creyó que podría ayudarle a aquella chica. La había visto fallar en su giro en dos ocasiones y no iba a permitir que sucediera una tercera.

Después apareció un bailarín, el chico quedó doblemente impresionado, por el contraste entre la delicadeza de la bailarina y la firmeza del otro chico, la facilidad con la que la cargaba y la movía por el aire, tal cual se vería un cisne.

Sonrió, pues por un momento se imaginó a él haciéndolo con la castaña, una idea que le pareció en extremo ridícula.

-Tú padre era un gran bailarín. –habló la señora Son. –Claro, no tanto como esos chicos. –rió.

-No sabía que le gustara bailar. –dijo Shownu mirándola.

La mujer suspiró.

-El americano ha formado parte de su familia por generaciones, no había espacio para otros hobbies.

-Me imagino...

-No permitas que eso te suceda, si quieres intentar algo más, hazlo. –lo alentó señalando la televisión.

-Oh, no. –negó riendo. –No estoy interesado.

-Prestabas mucha atención al baile. –dijo su madre sin creerle. –No dejes de intentar algo por miedo al "qué dirán". –finalizó palmeando su pierna.