El cielo estaba nublado y el sol bajaba para pronto salir la luna, caminaba encorvado para no ser notado por las personas, pero algo logro llamar mi atención o mejor dicho alguien.
Un pequeño niño que se encontraba en el suelo llorando, no quise tom...
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-YYY EMPIECEN!! -sono una voz, dando inicio a la prueba-
Los demás examinandos, al abrir la gran puerta, se adentraron a gran velocidad hacia el lugar de la prueba, dejando atrás a un Omega algo desconcentrado.
"Empecé tarde" pensó nervioso el pecoso, pero no sé rindió y corrió lo más rápido que pudo. "Cálmate Izuku, despeja tu mente" se decía a si mismo, tenía que relajarse y centrar su mente, era la única forma de pasar aquel examen.
Mientras más avanzada, se dió cuenta de que varios ya tenían puntos recolectados, eso lo frustró un poco, pero rápidamente el también recolectaba los suyos.
Entre más se adentraba a la Ciudad-Distrito, más "Villanos" encontraba, la verdad para el pecoso no era ningún problema destruir aquellos enemigo, llegando al punto de cuestionar "¿Porque estaba tan nervioso?"
-¡Sii Cuarenta puntos! -Salto, mostrando así lo emocionado que estaba al llevar aquella puntuación-
Las ganas de ganar más puntos lo empezaron a entusiasmar, estaba por seguir, pero no pudo evitar mirar como aquellos adolecentes corrían con desesperación y miedo, hacía el lado contrario.
-¿Que está pasando? -dijo para sus adentros-
-¡¡Corre Omega, es el "Robot 0"!! -grito uno de los examinados-
El pecoso con algo de duda, levantó su mirada así afirmando sus sospechas, un robot gigante, mas grande que aquellos altos edificios, iba destruyendo todo a su paso. No dudo y corrió siguiendo así a los demás.
De la nada aquel robot destruyo uno de los edificios y los escombros fueron lanzados hacia nuestra dirección, afortunadamente nadie salió herido, así que el pecoso siguió corriendo.
-¡Ayuda, por favor! -gritaba desesperada aquella beta castaña-
El Omega escuchó el grito de auxilio y busco rápidamente de dónde provenía, encontrando así a la chica castaña abajo de uno de los escombros "Si habían heridos".
Corrió rápido hacia su dirección, buscando así la manera de poder auxiliarla.
-¿Puedes usar tu Kosei? Talvez así pueda ayudarte a liberarte -pregunto a la castaña-
-Cr-creo que s-si -hablo entre cortado por el fuerte dolor-
El pecoso quería hacer una buena acción, pero el tiempo estaba de su contra, aquel gigante se acercaba cada vez más, y ya no avía tiempo para salvar a la castaña.
Rápidamente pensó en crear un escudo, pero se le hizo mala idea, si caían escombros encima sería muy peligrosos al desactivarlo, la única forma de salvar a la chica, era detener al "Villano".
Las nubes se empezaron a formar y volver grises, el pecoso todavía no tenía un plan exacto, pero sus pies ya avían comenzado a moverse y estaban corriendo velos mente haca aquel robot. Su mente estaba en blanco y solo seguía sus instintos "Esto es ser un héroe".
Un rayo cayó y el Omega se elevó de una manera extraña, era como si se hubiera conectado con aquel rayo. Sentía aquella corriente por su cuerpo y se sentía extraño, nunca le avia pasado algo así, pero eso no lo iba a distraer.
Aprovechando el impuesto de aquella elevación, se lanzó directamente hacía el robot y dió un golpe en la cabeza, golpe que no le hubiera echo nada si fuera uno normal.
Justo cuando el puño del Omega impacto contra el metal, apareció un destello segador, junto al puño cayeron en total tres rayos conectados en la cabeza del robot.
El impacto fue brutal y no muchos vieron con claridad, el robot avía caído y junto a el, el pecoso caía de aquella gran altura, rápidamente creo un escudo y espero el impacto, el cual casi no sintió gracias a su kosei.
Sin dudarlo se acercó a la chica y la ayudo a salir de aquel lugar.
-Eso fue increíble, aunque casi me quedo ciega, tu quirk es impresionante -alabo la chica-
-Yo no sabía que podía hacer eso - soltó aún en su pequeño trance-
-¡LA PRUEBA YA TERMINÓ! -se volvió a escuchar la voz, pero está vez, dando fin a la prueba-
Y justo cuendo se anunció por terminado aquel examen, un grupo de enfermeros aparecieron de la nada, venían a auxiliar a las personas heridas.
El ojiesmeralda no estaba herido, así que se acercó con curiosidad a aquel robot, el cual avía vencido hace apenas unos minutos. Sus sospechas avían sido afirmadas, la cabeza del robot no se encontraba achicharada, el cual sería el caso si tres rayos normales hubieran caído, pero la cabeza se encontraba remplazada por una gran cantidad de hielo.
Lo acababa de confirmar, aquellos rayos no habían sido casualidad, sumando también, que al mirar el cielo, no se encontraba ninguno rastro de aquellas nubes grises, que en su momento aparecieron, el cielo estaba completamente despejado y de un hermoso coloso celeste.
Salió de la Ciudad-Distrito y rápidamente con la mirada empezó en busca de sus estimados amigos, los cuales lo hallaron antes a el.
-¿Te encuentras bien Izu? -con preocupación, no pudo evitar hacer aquella pregunta-
-Estoy bien Shochan, ¿Cómo te fue en el examen? -con un semblante alegré ánimo a su amigo-
-No te hagas Deku, en tu área cayeron rayos, obviamente estamos preocupados -interrumpió y pidió saber sobre la situación-
-¿Ustedes también lo vieron? -pregunto y después se sintió un tonto, había echo una pregunta muy estúpida-
-Como no ver eso, de repente se nubla todo, luego caen rayos y todo vuelve a la normalidad como si no hubiera pasado nada, estoy seguro que todo Tokio vio eso -sarcástico-
-Si eso fue echo por un quirk, obviamente estaremos preocupados Izu, pudiste haber salido lastimado -se hacerlo y acarició su cabello-
-Bueno, es que en realidad, aquello...
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