Pequeños Milagros

Capitulo 6

Peor aun era que verdaderamente, no podía ir a Krakoa, "La Utopía Mutante" debido a que no planeaba abandonar a su padre, cuando este comenzaba a recuperarse de su enfermedad.

 Solo era una chica que podía estafar perfectamente a las personas siendo el intento de una Medium. 

Intento, porque conocía a usuarios de Magia, que directamente le explicaron que era una pésima idea hacerse pasar por una. Ya que los espíritus o fantasmas eras fundamentalmente inestables cuando se mezclaban sus familiares y seres queridos. 

Hace una semana no había sido así. Kelly recordó que su papá le contó que el  mismo Spiderman lo salvó de un escuadrón de matones del Kingping cuando el héroe aun no se había unido a los Vengadores, siendo un lobo solitario enfocado únicamente en Nueva York, que era constantemente vapuleado por la opinión publica por las secuelas de sus actos. Aún así, eso fue suficiente para convertir a su papá en un fanático de por vida y se aseguró de ver todas las noticias sobre el hombre que pudo. 

Ella recordaba vagamente la conferencia de prensa que dio Spiderman anunciando su identidad y como todo a partir de ahí empeoro . Dijo algo sobre la responsabilidad y la necesidad de reconocer de lo que era y de lo que no era capaz y que necesitaba ir a donde pudiera hacer el mayor bien por todas las personas posibles de la ciudad que lo dio a luz. 

Kelly no pudo evitar dejar escapar una risa sardónica mientras el recuerdo se desarrollaba en su mente. Tal vez tenía razón en que la responsabilidad  era la habilidad mas adecuada para un héroe, obviamente se conocía a sí mismo mejor que ella, pero después de escuchar la historia de su padre tantas veces a lo largo de los años, no podía imaginar que él apoyaría las decisiones de Tony Stark "Iron Man" si hubiera sabido las consecuencias. 

Destrucción de propiedad, demandas a su persona tanto en su carácter civil como de héroe, el casi asesinato de su tía, el hostigamiento de los medios en especial de JJ Jameson, la desaparición de su carrera como científico, el escape de su antigua pareja. 

Diablos, a Kelly no le extrañaba que hubiera hecho ese extraño hechizo donde obligo a las personas del mundo a olvidar su identidad. Y afortunadamente había tomado una foto de su rostro, para la posteridad que su poder uso para mantener su mente intacta. 

Era demasiado lindo, como para que fuera olvidado. 

Las cavilaciones aleatorias de Kelly la habían acompañado durante el largo camino hacia la parada del autobús y, cuando apareció a la vista, exhaló un suspiro de alivio. En unos segundos estaría en la parada del autobús y cinco minutos después estaría en el autobús y treinta y cinco minutos después estaría en casa sana y salva hasta que llegara el siguiente turno de noche.

- ¿A dónde vas, cariño?-

Una voz áspera rechinó detrás de ella sin mirar atrás. Kelly aceleró el paso y siguió caminando casi trotando ahora con la esperanza de que captaran la indirecta y la dejaran en paz. Cuando escuchó pasos corriendo detrás de ella y sintió una mano agarrando su brazo para tirar de ella hacia atrás, tuvo un momento para reflexionar que, por supuesto, no sería tan afortunada. Cuando uno de los matones la mantuvo en su lugar y vio al otro parado frente a ella vestido con el blanco y azul del los Amigos de la Humanidad con la luz de las luces de la calle reflejándose en su cabeza rapada y su navaja, Kelly Harris gritó de horror.

En los techos de arriba, donde Kelly Harris estaba gritando, una figura oscura escuchó los sonidos de sus gritos y se precipito hacia el borde del techo donde vieron la vista. A pesar de que tenia prisa en volver con su familia, siempre tendría tiempo para cualquier persona con problemas peligrosos a su salud.

El matón que la sostenía tenía la mano sobre su boca y estaba tratando de mantenerla callada mientras el idiota con la navaja automática la sostenía contra su garganta y gruñía amenazas. Lo que se estaba diciendo exactamente no se podía escuchar más allá del insulto racial ocasional, pero el tono era claro. Los ojos de la figura se entrecerraron y saltaron hacia el matón con la navaja. No era necesario propulsarse, su velocidad básica era suficiente.