greek god

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El camino hacia su casa era parcialmente largo, ninguno de los tontos de su grupo lo acompañaba, no era necesario. El caminar seguro del chico era lento, el sonido de los arboles siendo movidos por el viento y los pocos pájaros que se lograban oír, eran la única compañía del rubio en su camino a casa.

Las fuertes pisadas de alguien corriendo en su dirección le saco del espacio  de tranquilidad en el que se encontraba, estaba apunto de girarse para observar quien era el que se acercaba a su persona cuando de pronto sintió como algo pasaba por sobre sus hombros en algún tipo de abrazo.

- ¡Bakugou!, ¿Te acompaño a casa?- Menciono un lindo chico de tez morena, sonriendo ampliamente dejando ver sus colmilludos dientes.

El de tez blanca estaba confundido, ¿Qué mierda creía ese chico que estaba haciendo?

- ¿Quién mierda te dijo que vinieras? - Soltó con brusquedad.

- Nadie, solo quería acompañarte, ¡seamos amigos Bakugou!- Exclamo con una gran energía plasmada en su voz, a la vez que sujetaba con mayor fuerza los hombros del chico contrario.

Su corazón se sintió confundido, ¿quería ser su amigo?.

- Como si fuera a creerte esa mierda.- Se soltó del agarre del pelirrojo para encararlo.

- Vamos, estoy seguro de que nos llevaríamos muy bien.- Insistió el muchacho, no se iría de ahí con un no.

El de ojos rasgados lo examino de pies a cabeza, nunca necesito esa mierda empalagosa en su vida, por algo los que se hacen llamar sus amigos en la escuela tenían prohibido acercarse mucho a su persona, era bastante obvio que no funcionaria una amistad entre ese pelirrojo y él.

- Vete a la mierda, no necesito un amigo.- Estaba por dar media vuelta e irse hacia su casa, pero dos manos gruesas y rasposas lo tomaron por sorpresa, sosteniendo sus mejillas y haciendo que volviera a ver al muchacho de ojos redondeados .

- ¡Vamos amigo!, incluso alguien tan lindo como tu necesita un amigo.- 

Él rubio se sonrojo levemente, y sintió los nervios entrar a su cuerpo. ¡¿Pero que-

- Tomare eso como un sí, ¡nos vemos mañana en clases!.- Soltó el rostro del contrario y mientras se despidió con su mano se alejo del lugar.

El rubio estaba ahí, en medio de un shock, ¿Qué mierda fue eso?, y ¿por que se sintió tan bien? 

Mientras Bakugou se dirigía a su hogar los nervios no hicieron más que aumentar, nunca nadie se había acercado tanto a él, nadie en su sano juicio lo había hecho, mucho menos lo habían tratado con tanta delicadez como el tacto de las manos del moreno en su rostro, tacto que aun sentía sobre el, su madre nunca fue del tipo cariñosa y su padre casi nunca estaba en casa. ¿Qué había pasado?.

El pelirrojo llego a su casa con una hermosa sonrisa ladina, el primer paso fue hecho, hacer sentir calidez a un chico al que nunca le dieron era un paso para dar inicio a su plan, era un gran paso para que este se vuelva curioso y lo deje ir hacia él sin ningún escudo, estará esperando de nueva cuenta atención y muestras de afecto.

Paso uno hecho; acercarse al objetivo.