𝘜𝘕 𝘈𝘔𝘐𝘎𝘖 | [Damon Salvatore x Male!oc] TVD

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Damon abrió los ojos con rapidez pero los tuvo que cerrar ya que la luz del lugar le aturdió la vista, entonces fue abriendo los ojos poco a poco para darse cuenta de que estaba en su habitación, sintió unas suaves caricias en su cabello que lo hicieron extender un poco la comisura de sus labios. Sentía como si su cuerpo ya no estuviera ahí, como si tuviera tanto sueño que no pudiera moverse, los párpados pesaban entonces su mirada se apagaba de vez en cuando para poder descansar los párpados.

—Liam...— su garganta estaba seca al igual que su boca, no podía articular muy bien las palabras, pero quería, o mejor dicho, necesitaba hablar con Liam, necesitaba decirle lo que sentía antes de que su vida acabara, necesitaba decirle que lo amaba.

—Damon, ¿Necesitas algo?— con una mirada vaga vió a Elena a su lado, ella era la encargada de las caricias que tanto le gustaban, frunció el ceño con desgano y dió un suspiro entrecortado.

—Liam, ¿D-dónde está él?— cerró sus ojos para descansar unos segundos.

Elena hizo una pequeña mueca de confusión pero la abandonó rápidamente al verlo esperar la respuesta.

—Él fue al baño unos minutos, no debe tardar.— Damon asintió medio despierto y abrió la boca para decir algo, pero la tos lo atacó, odio el sabor metálico que llegó a su boca, pero que rápidamente se fue.

—¿Puedes llamarlo?, Necesito hablar con él.— Damon no tomó mucho en cuenta el asentimiento y la cara confundida de la chica, simplemente quería ver a Liam por última vez y decirle todo.

Elena se levantó y se acercó a la puerta del baño, pero antes de entrar escuchó unos murmullos adentro, así que acercó su oído a la madera de la puerta, tal vez estaba mal escuchar pero no quería interrumpirlo, frunció el ceño al no entender bien lo que pasaba, se apartó y tomó el pomo de la puerta, la abrió sin hacer ruido y se asomó.

—Vamos Liam, eres fuerte, tienes que serlo, hazlo por él, te necesita ahora, no seas débil, por favor...— Elena vió a Liam susurrarse frente al espejo aquellas palabras, mientras varias lágrimas corrían por sus mejillas, ahora sentía que había interrumpido algo importante.

Sin mirarlo directamente carraspeó para que supieras que estaba ahí, escuchó el jadeo de sorpresa y volteó a mirarlo, él se limpiaba las lágrimas con disimulo.

—Te venía a avisar que Damon despertó y quiere hablarte.— le explica con algo de pena en la voz, Liam asiente pero se queda ahí, dándole a entender que lo haría en un rato. Elena asintió y volvió nuevamente a la cama con Damon.

Liam se miró una última vez en el espejo, apretando sus manos en puños y con la sangre hirviendo en su interior. Odiaba la sensación de la impotencia, era lo que menos le gustaba, y ahora, verlo así, sufriendo, era algo que le partía el alma pero por lo que ya había pasado. Su madre siempre le había dicho que él era un niño muy especial, casi como un milagro, y que por eso debía de ser fuerte.

Abrió el grifo y se lavó la cara secandola después, salió del baño y se dirigió hacia la cama en dónde Damon se encontraba, Elena ya no estaba sentada a su lado en una esquina de la cama, ahora se mantenía mirándolo desde su distancia.

—Damon...— lo llamó cuando estuvo a su lado, en su voz logro exponer todos los sentimientos que en su rostro estaban ocultos. A la vista de Liam parecía estar muerto, más de lo que estaba, pues sus labios morados casi azules y su piel blanca pálida al extremo, mientras que sus ojos permanecían cerrados. No ayudaba mucho aquella imagen.

—Liam— logra decir arrastrando las palabras y con la voz levemente apagada —, justo con quien quería hablar.— intenta reír pero la mueca que pone de dolor se lo impide.