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Compré un ramo de tulipanes
y los metí en el jarrón de mamá.
Empaqué tu ropa cuidadosamente
y el álbum de fotos que adorné.
Vacié aquellos recuerdos
vividos en una caja de cartón
para llevarla conmigo a donde vaya.
Tomé cuidadosamente tus libros
y los envolví en calor y anhelos.
Te escribí poemas para así
darte vida con mis palabras.
Dejé pedazos de mi alma
en cada rincón de esta casa
y limpié las lágrimas de mi rostro
con una sonrisa sincera.
Dicen que despedirse es morir un poco.
Jamás creí que dejarte ir fuera asfixiante.
Pero este dolor es lo único
que me recuerda que sigo viva.
Tu ausencia es un silencio ensordecedor
pero tu aroma en la ropa es un consuelo.
Todo se quiebra en un instante,
pero no hay nada mejor que levantarse.
Cuando sea el momento,
me despediré de ti silenciosamente,
y cuando Dios te reciba,
sonreiré de alegría.
Estás en casa.

Estás en casa

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El conflicto de la mente [Poesía]Where stories live. Discover now