Vínculos finales. Libro#03. Final.

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—Roselle, Qate tiene algo que decirte... —le informó a su hermano mayor con las alteraciones bien altas.

Para alivio de Qate, su hermana no lo acusaba de haberse visto con la mujer y ni se percató de que estuvo con ella, gran suerte tuvo cuando Eito lo acusaba de otra totalmente diferente, aunque, eso no quería decir que estaba completamente ileso de los problemas, puesto que había llegado la hora en la que tendría que enfrentarse a su hermano y decirle la verdad.

—¿Qué lo que me tienes que decir?

—Yo... —no podía articular ninguna palabra cuerda, sabía que iba a herir a su hermano y sabía por dónde ir.

—Seguro es otro invento de Eito, como siempre, deja de intentar dejar mal a Qate de una vez y ocúpate de tus asuntos, ¿sí, niñita? -Uriel como muchas anteriores veces, intercedía por su hermano. A la edad actual todavía le caía mal la chica.

—Si no se lo dices tú, lo haré yo, querido hermanito, y sabes que yo soy clara —amenazó la chica muy determinada a dejar mal al menor.

—Vaya, vaya, así que tus pequeñines también tienen el efecto "bastardo púdrete" —se burló el mayor de los Marcell mientras salía de la casa con ayuda de Ethan, ya que no tenía equilibrio para caminar rectamente como un humano.

En ese momento, todos los miembros de la familia y algunos allegados que trajo la líder consigo, se reunieron tal y como la misma lo pidió, cuando Arlette vislumbró a sus hijos supo que estaban discutiendo antes de ser interrumpidos por Niall, de una vez resopló con poca paciencia porque sabía que iba a ocurrir un problema.

—Ellos no van a tener esa marca —advirtió la madre yendo hacia los jóvenes.

—Pues lo que veo me dice lo contrario —se apartó de su hermano y flexionó las piernas para sentarse en el suelo, aunque eso parecía, pero solo estaba agachado y ahora con brazos cruzados —Velos, hermanita... ya están por esa etapa y me sorprende que aún no se hayan despedazado por poder... —soltó en un tono divertido mientras veía a los mellizos que más destacaban en rivalidad —qué pequeños y tan llenos de odio están.

Qate tragó saliva preocupado por ello, le aterraba que se fuera a intensificar más el odio como le habían dicho Ishani y ahora su propio tío, quien más ha vivido aquello y sabe que así pueden llegar alguno de los dos, o tal vez ambos.

—No van a terminar así, Niall. Me aseguraré de eso —aseguró el padre serio.

—Suficiente, no estamos aquí reunidos para hablar sobre ello —avisó la pelirroja viendo cómo todos a los que habían mandado a llamar estaban allí. Desde los Sakan, su esposo, padre, hermanos, hasta los miembros más fuertes de las manadas traídas y Blank, supo que ya era la hora —Esta noche voy a elegir quiénes irán conmigo a esa reunión y se enviará el mensaje a Ishani Aka.

Al nombre del enemigo ser pronunciado, Qate se estremeció y bajó la mirada por inercia sin ser percibido, o así lo creyó, pero debió fijarse en que su hermana tenía la mirada puesta especialmente en él, aún no iba a dejar lo que había visto.

—Arlette, Nirelle, Huben, Blank, Niall, Dawn, Ethan, los Royalty que llegarán al amanecer, Arlette y Owen son los que irán conmigo a encontrarnos con Ishani.

—A ver, ¿por qué debo ir yo? Se supone que me fui de aquí para no meterme más en este asunto, bastarda. No me quieras incluir en tus intentos suicidas por salvar al mundo —se quejó de una vez el hombre agachado.

—Tú especialmente irás porque conoces el camino hacia su refugio y ni intentes engañarme porque sabes cómo lo sé —advirtió mirándolo fijamente.

El pelinegro no le quedó de otra que desviar la mirada, chasquear la lengua y maldecirla lo más fuerte posible para que lo oyera.

—Los Eternos que están con nosotros irán en caso de que se presente una confrontación, mi padre y hermanos se encargarán de hacer estrategias una sobre otra por si sucede lo que no queremos.