Wrong Wedding [L.S]

09: Estoy esperando un cachorro

Louis gimió y trazó pequeños círculos en la espalda desnuda del alfa, este ronroneó enterrandose en su fuente de aroma y dejando algunos besos en su cuello.

—Mío —Harry gruñó —, mi Omega.

Louis asintió y suspiró, el último nudo de su celo finalmente bajó y ambos se separaron después de algunos minutos llenos de besos y caricias.

Fueron 3 días intensos que pasaron juntos, estuvieron a punto de morir de no ser porque Harry tuvo fuerzas y corrió hasta la cocina por algo de comida y agua.

Nunca habían tenido un celo tan intenso.

Bueno, era el primero que tenían juntos pero aún así nunca en sus vidas habían tenido algo similar.

Louis se colocó de pie, Harry sonrió travieso e infló el pecho de orgullo al ver cómo las piernas de Louis temblaron.

El Omega rodó los ojos y le sacó el dedo, Harry se indignó.

El castaño comenzó a ponerse su ropa interior y caminó hasta el baño, Harry gimió pegándose a su espalda y tomando posesivamente sus caderas

—¿Por qué no ahorramos agua? —Ronroneó coqueto en su oido.

Louis sonrió y ronroneó de igual manera, volteó quedando frente a frente con el rizado.

—Estoy un poco cansado así que no lo creo, ¿Podrías hacerme un favor? —dijo al notar que su alfa ya estaba vestido con su pijama.

El alfa asintió y sus rizos revolotearon.

—¿Puedes bajar a mi auto y traer mi mochila? Es una color negro y está en el copiloto, tengo un regalo para ti —Guiñó un ojo —. Las llaves están en la entrada.

—Mío —Se enterró en su cuello antes de salir de la habitación.

Louis suspiró y se adentró en el baño y cerró con seguro, comenzó a quitarse la camisa que siempre usaba y dejó su celular en una repisa.

Bufó observandose en el espejo.

Las marcas de Harry en su cuello estaban presentes, tocó su pancita hinchada y suspiró de nuevo al observar su cicatriz, la cual toda su vida le recordaría que tenía muy bajas probabilidades de tener cachorros.

Casi nulas.

Limpió la lágrima que escurrió por su mejilla y gruñó al sentir otra, pronto Louis comenzó a llorar.

No pasaron ni 5 segundos cuando Harry ya le estaba llamando por teléfono. El castaño talló sus ojos y contestó rápidamente.

—¿Estás bien? —La voz de Harry sonó.

Louis alejó el teléfono y sorbió su nariz.

—Si, ¿Por qué lo preguntas?

—Louis, no me mientas-...

—No lo hago. —Limpió otra lágrima.

—Louis, tenemos un lazo, puedo sentirte y sé que estás triste, ¿Está todo bien? ¿Te hice daño? —Harry preguntó preocupado.

—¡No! No me hiciste daño, es solo... Te extraño —No estaba mintiendo.

Escuchó el suspiro de Harry y un pequeño sonido, Louis atinó a pensar que las puertas de su camioneta se estaban abriendo, suspiró y se recargó en el lavamanos.

—Iré por algo para desayunar, amor. Regreso rápido.

—Esta bien, alfa. —Se despidió y colgó.

Louis encendió la regadera y comenzó a bañarse con una sensación extraña en el estómago.

A la cual, por supuesto no le prestó atención.