| Capitulo 5 |

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Roma.

—  Preparen todo, la jefa está llegando —  Escucho la voz de un compañero por el pinganillo mientras bajo las escaleras con Michelle a mis espaldas. Por la puerta de la cocina salen dos sirvientas, una de ellas lleva una bandeja con una copa de vino. Las dos se quedan justo al lado de la puerta que es abierta por Erick segundos después. Antonella entra con un aura pesada e intimidante y no posa su mirada en las sirvientas ni por un segundo. La veo agarrar su radio.

—  Roma, Michelle, Erick y Giovanni a mi oficina—  Su voz es sombría, el cual nos indica que algo muy grave está sucediendo.

—  Vamos —  Michelle agarra mi antebrazo y a paso rápido nos dirigimos a la oficina de Antonella. Esperamos en la puerta hasta que la jefa la abra para poder ingresar.

Esperamos todos a Giovanni en un sepulcral silencio, este al llegar pasa por mi lado dejando un beso en mi cabello para luego situarse al lado de su madre.

—  De rodillas —  Ordena Antonella sacando la pistola y apuntando en la sien de Erick. Trago saliva sin decir nada mientras veo la situación.

—  Antone... —  Dice Erick, pero Antonella lo interrumpe disparándole en un brazo.

—  ¡De rodillas! —  Grita furiosa apuntando el arma nuevamente en la sien. Erick gruñe de dolor apretando su herida en el brazo mientras se coloca de rodillas. Michelle me toma del codo, colocándome disimuladamente detrás de ella. Me lleno de nervios al pensar que si descubrieron a Erick posiblemente también a nosotras. Mi brazo se enrolla sutilmente en mi abdomen — Apuntales — Ordenó a su hijo quien no dudo en apuntarnos — Un movimiento brusco y mátalas.

—  ¿Qué haces? —  Pregunta Giovanni confundido.

—  ¿Creíste que no me iba a enterar, cabrón? Puto perro traicionero —  Soltó otro disparo en su muslo haciendo que Erick se quejara de dolor.

—  No sé de qué hablas Antonella —  Dijo mirándola a los ojos.

No podía respirar, sentía que respiración estaba atacada en mi garganta.

—  Oh —  Se hizo la sorprendida para luego reírse —  ¿No sabes de qué hablo? ¿Qué hacías ayer reunido con el General del FMI? ¡Dime cabrón! Confié en ti —  Golpeó su mejilla con fuerza —  Te investigué y en la puta base de datos del FMI no hay nadie con tu nombre, pero si existe un agente que es igual que tú y se especializa en ser agente encubierto —  Sonrió —  Al final no fueron tan inteligentes como pensaban.

Lo descubrieron, pero no entiendo por qué no borraron sus fotos de la base de datos.

Respiré profundo calmando mis nervios.

—  Inteligencia nos sobra, Antonella —  Sonrió Erick dándose cuenta de que era caso perdido seguirle negando su verdadera identidad —  Tal vez a ti te falte un poco, con tres palabras bonitas ya te habías enamorado de mí —  Sonrió burlón.

Antonella dio un paso hacia atrás como si hubiera recibido una cachetada, por sus ojos pasó algo de decepción mientras volvía a su mirada fría y sonrisa macabra. Encendió la pantalla gigante que estaba al frente de Erick, seguía sonriendo mientras buscaba algo en su móvil y giraba alrededor de Erick como si estuviera haciéndole cacería.

—  ¿Recuerdas a tu antiguo jefe? —  Preguntó mirando a Erick, quien se estaba desangrando en el piso.

Una pulsada de miedo se instaló en mi pecho al pensar en el antiguo jefe de Erick. Ya que mi tío es el General actualmente, pero antes de él estaba... Mi padre...

—  Por supuesto —  Habló sin bajar la mirada.

—  Antiguo General Bianci —  Sonrió y un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando se refirió a mi padre —  ¿Accidente automovilístico? —  Preguntó mirando a Giovanni quien sonreía asintiendo. Coloqué las manos en mi espalda para ocultar su temblor, el martilleo en mi pecho era cada vez más fuerte —  Mira lo que le sucedió de verdad a tu antiguo jefecito —  Se burló mientras le daba comenzar a un vídeo en su móvil que se proyectaba en el televisor.

SOMBRAS  (+18)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang