-¿Qué pasa?
No contesto, solo trago saliva y después de mirarle a los ojos miro hacia otro lado de la habitación. ¿Por qué no puedo seguir con esto y ya está?
-Mia... ¿Qué pasa? - me acaricia el óvalo de la cara y por más que lo intente ignorar, no puedo evitar serenarme un poco.
Le miro a los ojos y veo su ceño fruncido. No quiero que esto acabe mal por mi culpa.
-Nada, perdona sigue. - carraspeo y me coloco mejor debajo suyo pero él no se mueve.
-En serio, no pasa nada sigue.
-Para empezar, no era yo el que estaba haciendo algo, así que la que tendría que seguir eres tú - lo dice con un tono de burla y una sonrisa en la cara que no hace más que divertirme - y para acabar, creo que nos vamos conociendo y sé que te pasa algo así que por favor, ¿puedes decírmelo para que así pueda volver a perder la cabeza como lo estaba haciendo minutos antes?
Me río y él parece agradecerlo. Pero ahora me da vergüenza decírselo.
-Vamos nena, no te vuelvas tímida ahora, no es el momento. - me susurra acercándose a mi boca.
Vale, respiro hondo y señalo con el dedo hacia abajo.
-Bien, eso de ahí abajo es el problema. ¿Contento?
Sigue mi la dirección de mi dedo y se queda ahí mirando unos segundos. Después de lo que parecen años, vuelve a subir la mirada y tiene una sonrisa de idiota dibujada en la cara.
-Yo lo veo todo perfecto por ahí abajo.
Tardo una decima de segundo en comprenderlo. No estaba mirando hacia abajo para mirarse a él, sino a mí que como esta ya claro, estoy desnuda.
-¡Mierda! - Bajo las manos y me tapo como puedo de una manera inútil. Él solo se ríe y agarra mis manos por encima de mi cabeza.
-Sigo sin entender el problema.
Quiere que se lo diga, es un capullo y está obligándome a decírselo para que me muera de vergüenza.
¡Pues no lo voy a decir!
-Vamos nena, dímelo. - baja la cabeza y juguetea con el lóbulo de mi oreja, lo masajea con su lengua y después de un tirón, lo muerde y yo me derrito. Me derrito y claudico.
-Eres muy grande Ray, ese es el problema.
Levanta la cabeza y me mira, pero para mi sorpresa no con una sonrisa arrogante, sino con una comprensiva.
-No todo es lo que parece.
-¡Oh vamos! Me vas a decir que entonces llevas relleno en los calzoncillos.
Se echa a reír y no puedo evitar hacerlo yo también.
-No, no llevo relleno. Solo quiero que entiendas que ni yo soy tan grande ni tú tan...
-¿Tan qué?
Se lame los labios y me susurra al oído.
-Ni tú tan cerrada.
Trago saliva.
-Entiendo.
-Ahora, si no quieres seguir lo entiendo, pero entonces tendré que irme porque necesito descargar tensiones.
-¡No! No te vayas, yo puedo hacerlo. - le suplico como una estúpida. Quiero hacerlo, pero me pongo nerviosa. Supongo que es algo normal en toda mujer.
-No iba a irme Mia - me sonríe de lado - era una broma. Pero lo digo en serio, no tiene que ser hoy.
-Quiero hacerlo - vuelvo a colocarme debajo de él y le empujo del cuello para que se acerque a mi boca - es solo que no tuve una buena experiencia y tengo miedo de que se repita lo mismo.
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BOXEA COMO PUEDAS (Completa)
Teen FictionRyan se encuentra en una encrucijada al dejar entrar en su vida a una boxeadora que le tiene loco. Su forma de boxear le resulta conocida, pero no queriendo entrar en detalles deja el tema apartado. Su vida ya es bastante difícil intentando olvida...
Capítulo 32 - ...eso es lo que pasa.
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