BOXEA COMO PUEDAS (Completa)

Capítulo 33 - ¿Tú estás mejor?

CAPÍTULO 33

RYAN'S POV:

Estamos los dos sentados en la cama, el uno al lado del otro , ella con una camiseta larga y yo con los calnzoncillos. En silencio y con la cabeza gacha sin saber qué decir.

La he cagado.

La he cagado pero bien esta vez.

No entiendo cómo algo así se me he ha podido olvidar. Soy responsable, siempre lo he sido y nunca en la vida me había pasado esto. Y eso que he perdido el control muchas veces, pero esta vez...

Cuando la he visto en el baño, con esas mejillas sonrojadas del susto y esa toalla tan pequeña cubriendo su piel de porcelana... se me ha ido la cabeza. Quería agarrarla y subirla al lavabo para demostrarle cuánto la deseo, y en cambio lo único que he hecho ha sido tumbarla en la cama y liarla parda.

Quiero decir algo. Que entienda cuánto lo siento y que estoy ahí para ella, pase lo que pase, piense lo que piense o me odio lo que me odie. Espero que esto último no sea así, ya me odio bastante yo solo.

-¿Mia? - la llamo, pero ni siquiera parece haberme oído pues sigue con los ojos fijos en la moqueta del suelo. Ni un movimiento, ni un pestañeo.

Joder, la he liado de verdad.

-Mia... - me giro en la cama de forma que la tengo de frente y agarro sus manos. Por fin parece reaccionar y me mira.

Sus ojos parecer realmente grande esta vez y brillosos, como si tuviera ganas de llorar. Eso me parte en dos, no me gusta verla así.

-Mia nena... perdóname. - no se me ocurre nada más que decirle, pero noto que ella misma se siente culpable y no quiero lo haga, porque todo esto es mi culpa.

-Lo siento, no sé cómo he podido olvidarlo. Esto es culpa mía y no quiero ni imaginar lo mucho que tienes que estar odiándome en este momento. Perdona, no quería que...

-No es tu culpa.

-¿Qué? - su voz ha sonado tan insegura que me cuesta entender lo que dice.

-No tienes la culpa Ryan. Debería haberme fijado en lo que hacía.

-¡No! Claro que no. Yo soy el tío, soy yo el que tiene que pensar con la cabeza antes de pensar con... - respiro hondo para intentar serenarme y no decir una barbaridad - lo que quiero decir es que yo debería haberme preocupado por eso. Tú misma lo has dicho, tengo experiencia, mucha más que tú y nunca me ha pasado algo así.

-¿Y por qué ahora sí? - me mira suplicando una razón.

-No lo sé nena. Cuando estoy contigo me cuesta pensar con claridad y cuando te he visto ahí, en el baño yo... - niego con la cabeza. No quiero recordar ese momento ahora porque no me viene bien para el cuerpo.

Traga saliva y se lame los labios. Yo también quiero hacerlo, pero me resisto.

-¿Podemos ir a la farmacia? - aprieta mi mano y entiendo que lo que quiere decir es que la acompañe, que me necesita y yo no pienso dejarla sola.

-Claro que sí. Vamos.

Nos levantamos despacio, en silencio de nuevo y cada uno se viste todavía con más silencio. Parece que vamos a un entierro. Sé que esto no es tan complicado. Vale, no hemos usado condón, vamos a la farmacia y que nos den una píldora del día después. Solucionado.

Pero sé que para ella no solo es eso. Es lo que conlleva tener que hacer eso. Lo que significa si no lo hace. Lo que hubiera pasado si fuera un gilipollas que no le tiene ningún respeto. Eso me enerva e intento relajarme al ver que mis puños están blancos de tanto apretar la camiseta. Me la pongo y vuelvo a sentarme en la cama esperando a que ella salga del baño donde se está vistiendo.