Solo Harry

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Suerte Potter, esa era la única explicación que nuestro querido chico dorado tenía para las extrañas situaciones en las que a menudo se encontraba.
Aunque esta vez podía echarle algo de culpa a Muerte.

Gracias al ser previamente mencionado ahora se había convertido en un bebé!
Y no cualquier bebé, porque era él y siempre debía llamar la atención, se convirtió en Ambrosius Day Alger Obelia, hijo del emperador Anastacius y la prometida de este, Lea Magna.

En este mundo también existía la magia, solo que era llamada maná, por lo que no fue raro para la familia imperial sentir la fuerte aura que emanaba el recién nacido, por el contrario, fue algo muy bueno.

Lo que si fue extraño para ellos era que las muestras de su poder surgieran pocos días después del nacimiento, como hacer flotar pequeños objetos o cambiar de color a otros.

Pero todo eso no hizo más que encantar el corazón del joven padre, quién pasaba todo el tiempo posible con su pequeño hijo, también era muy protector.
Al punto de apenas dejar que vieran a su niño, incluso a la madre de este.

- Magna, te estás volviendo muy molesta, será mejor que pares o tendré que deshacerme de ti.- Fue escuchado por el emperador y varios sirvientes, los cuales no se sorprendieron cuando la mujer fue hallada muerta en su habitación.

Todos pensaban que había sido el príncipe heredero, pero Harry (Ambrosius) sabía mejor. El futuro emperador se la había pasado junto a él en todo momento y no hablo con nadie, era imposible que haya sido el hombre.

Cuando Claude, el hermano menor de Anastacius, el nuevo emperador, asesino a su hermano mayor por el trono a Harry no le extrañó, es más, se alegró internamente.

Había vivido recluido del mundo por 7 largos años, ahora el emperador Claude le estaba dando libertad de hacer lo que quisiera con la condición de no tener que toparse a cara de nuevo. Eso le fue sencillo.

Poco más de un año después se encontró con la sorpresa de que el mismo hombre casi había matado a su propia hija y la rechazo como su heredera, solo para anunciar que Ambrosius siempre sería su heredero y que no cambiaría de opinión.

- Que raros son los mortales.- Le dijo Muerte a su maestro, había perdonado la vida del hijo de su enemigo y casi se la arrebata a la hija de su amor.

Harry solo le miró mal por traerlo a este desastre de universo.

Un día me convertí en... Harry Day Alger ObeliaWhere stories live. Discover now