Amor Por Bendición (Poth)

Capítulo nueve

Narrador.-

-¡Parece que ya te sale la postura! - Afirmó Goth animadamente cuando llegó, pues lo primero que vio fue al otro practicando, éste se sobresalto y se desconcentro.- N-no te vi llegar.

-P-perdón si te asuste... -Dijo, mirando hacía otro lado.- ¡No hay problema, no hay problema!

Los dos se miraron fijamente, cuando comenzaba a crearse un silencio incomodo entre ambos, Palette volvió a hablar, esperando evitar que sacaran el tema del día anterior.- Esto... ¿me enseñarías más? 

-¿Ah? ¡C-claro, claro! -Afirmó mientras se acercaba y comenzaba a explicarle cosas mientras movía las manos en diferentes maneras, las cuales el rubio comenzó a imitar torpemente, aunque su mirada se veía concentrada, Goth estaba repitiendo unas pocas bastante sencillas, que eran para canalizar la magia en las manos, aún recordaba cómo se emociono cuando luego de varias practicas sus manos comenzaron a brillar.- ¿E-es esto normal? 

Goth levantó la mirada ante su voz, abriendo los ojos en grande al darse cuenta que las manos del mortal brillaban cómo el sol, lo cual lo dejo fascinado.-Ah... ¡Absolutamente! 

Entonces, el desconcierto en el rostro del rubio fue reemplazado por una alegre sonrisa.

.

.

.

-¿Has estado leyendo? -Preguntó Goth con curiosidad cuando terminaron de practicar luego de un rato, ambos estaban deseando que el otro evitará hablar de lo que ocurrió el día anterior, así que Palette no dudo en seguirle la corriente.-¡Sí, me preguntaba si podía hacer copias de libros, y si que se puede!

-Ya veo...

-¡Oh, bienvenido, por cierto!- Le dijo sonriente, los dos suspiraron mentalmente, aliviados de que el otro no quisiera retomar el tema de la última vez. Goth le devolvió una pequeña sonrisa, ante la cual el corazón del rubio tuvo un latido extra, pero disimuladamente volvió a su libro.-¿Y... qué lees?

-Ah... Es un libro corto, bueno, es el único de éste autor, habla sobre un lagarto con una vida trágica, de hecho es más como una fabula larga. - Explicó mientras le mostraba la portada del libro, Goth la reconoció casi de inmediato. -¡Es el caimán rosa! 

-¿Lo conoces?-Le preguntó emocionado, el dios, que parecía compartir la misma emoción, asintió rápidamente.-Era... era mi libro favorito cuando era niño...

-¿Eso hace cuanto fue?

-Ehm...-Goth intentó hacerse una idea en años humanos, pero la verdad es que le era difícil recordar, es decir, celebraba su cumpleaños, pero los años en el mundo de los dioses funcionan diferente así que...- Hace... uhm, bueno, probablemente antes de que nacieras.

Palette rió ante su respuesta.- <<No debe ser demasiado si mi madre fue un héroe>> -Murmuró Goth, la verdad apenas ahora pensó en su diferencia de edad con el mortal, ¿cuánto sería? 

-Bueno, es la primera vez que puedo leerlo completo...- Finalmente le dijo el humano, aún sonriendo, sólo que esta vez se veía más tranquilo.-¿Enserio? Creo que yo me lo sé de memoria...

-¿De memoria? -Preguntó el otro asombrado, Goth asintió algo tímido mientras se sentaba al lado suyo, no era demasiado cercano, pero si lo suficiente como para que el rubio se pusiera nervioso, aunque intentó desviarlo diciendo algo. -¡Eso es asombroso! ¿Crees... crees que podrías leérmelo? 

-¿E-eh? -La petición tomó por sorpresa al dios, por lo que le dirigió una mirada confundida, la cuál Palette no pudo ver por más de cinco segundos, ¡era demasiado lindo!, por lo que terminó desviando la mirada, se rasco la nuca y sonrió, intentando disimular. -¡Está bien si no quieres, está bien! 

Goth no estaba muy seguro de porqué, pero de hecho...-N-no, está bien, lo... lo haré. 

Palette lo miró sorprendido mientras lentamente le extendía el libro, Goth lo miró fijamente un momento, desvío la mirada y finalmente lo tomó.-B-bien, ¿dónde te quedaste? 

-Aquí... -Señaló Palette con el dedo, una vez lo vio, Goth se aclaró la garganta y comenzó a leer, ya que no hablaba mucho, dígase menos leer en público, daría su mejor esfuerzo para que saliera bien.- "Su amigo era un pájaro; un pájaro que no podía volar. Entonces el caimán..." 

Goth siguió leyendo a través de las páginas con cuidado, mientras el humano lo escuchaba con atención, entendía lo que decía, pero de alguna forma, al mismo tiempo Palette no podía evitar perderse en la voz del otro, en lo extrañamente reconfortante que era, pese a que el dios no tenía una voz particularmente dulce o cálida, de hecho era una voz más bien un tanto fría, calmada, pero que seguía siendo reconocible como la voz que escuchó cuando pensó que desaparecería, y sin embargo, ahora mismo, daría lo que fuera porqué esa voz siguiera hablando, aunque dejara de entender lo que le decía. 

Siguieron así, hasta que inevitablemente, Goth llegó a la página final del libro, y, leyendo el último párrafo, fue como terminó con ese pequeño momento en donde a ninguno de los dos les preocupo algo que no fuera el otro.-"Los otros animales del bosque pronto encontraron este bello lugar y seguido iban allí a descansar. Pero, ninguno sabía que el caimán rosa lo había creado, ni que él se había ido..." 

El dios cerró el libro y suspiró, pero cuando estaba apunto de decirle algo a su acompañante, se dio cuenta que a éste no dejaban de brotarle lágrimas de los ojos.

||||

WOOOOO

En fin, ¿qué tal están?

Por cierto, ese cuento no es mío, obvio- Aunque si le hice una traducción que debe estar por ahí-

Edit: ¡feliz dia de muertos! :D

Bye, bye!