Metro Y Medio

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–Hola...

–Hola Shōta, ya casi está la comida, ¿cómo te fue hoy en la escuela?...¿¡Qué te pasó!?—mamá literal corrió de la cocina a la entrada para verme a la cara, me tomó con cuidado evaluando mi estado.

–No es nada grave mamá...

–Se que no es grave, ¿pero que diablos te pasó?

–Mamá, estaban molestando a un ami...compañero, y bueno—baje la mirada para jugar con mis dedos.

–¿Te metiste en una pelea por él?

–Algo así...

–¿Qué voy hacer contigo Shōta?—acarició mi cabeza—ven, vamos a curarte la cara.

Mientras terminaba de acomodar la curita mariposa de mi pómulo me dio un sermón de porque tenía que hablar primero las cosas pero terminó diciendo que para la otra le de golpes más fuertes al tipo que me moleste a mi o alguno de mis amigos, era extraña su forma de regañar.

–¡Muy bien hecho hijo! ¡Eso es lo que haría un verdadero hombre!

–Papá por favor...—baje la cara avergonzado.

–No tiene nada de malo si tu no inicias las cosas, ¿defendiste a una señorita?—mi mamá con los ojos en blanco siguió comiendo.

–No, fue a su amigo, ¿cómo es que se llamaba?, así, Mic, él chico extranjero—papá soltó los palillos y dejó de masticar, me miró y pasó el bocado que tenía.

–Shōta, ¿que le hizo a tu compañero?

–¿Qué?

–Si, seguro él chico le hizo algo a ese tal Sensoji, nunca se sabe que puedan hacer ellos, tienen actitudes extrañas.

–No le hizo nada, Sensoji es el que molesta, no deja de joder todo el día.

–Sin groserías en la mesa Shōta, pero si, no deja de joder—tomó un pedazo de comida.

–No quiero seguir discutiendo esto, vamos a comer, sea como sea, es bueno que te defiendas, como un verdadero hombre.

Me dolía la cara y me quedé pensando cómo sería el día de mañana, Sensoji no se quedaría así nada más, algo iba hacerme, tal vez sea bueno que me cambie de escuela...o galaxia. Más importante, ¿Mic estaría bien?, su cabello quedó hecho un desastre y me había dicho que había estado dejándolo crecer y cuidándolo por un tiempo, lo veré mañana, eso espero, no creo que vuelva hablarme después de todo, quisiera que si pasará.

–Maldición...—solté la caja enojado, no tenía ni la cuarta parte de la otra mitad que me pedían para pagar, me levanté solo para patear la misma caja, no tenía cómo pagar tanto dinero. No tenía nada en absoluto, baje rápido las escaleras y salí a la calle, tenía que sacar dinero de algún lado—que estupidez...no voy hacer eso—regrese otra vez a casa, ¿en qué diablos estaba pensando?, no iba a pedir dinero con los idiotas que venden "dulces" para hacerte más idiotas que ellos.

Tenía que pensar en algo y pronto, me acosté en mi cama y repasé todo lo que podía hacer para mañana, Tensei podría prestarme dinero...podría, no lo había pensado, sonreí para tomar mi teléfono y llamarlo.

La Excusa Perfecta Para Dedicar Canciones Where stories live. Discover now