No Estas Solo

107 16 4
                                    

–¡Hola Shōta! ¿Qué hiciste en las vacaciones?

–Nada en realidad, sólo pasé al 100% algunos juegos.

–¿No ibas a pasar las vacaciones con Oboro?

–Las iba, él idiota terminó en el hospital, se intoxico con una sopa de pescado.

Segundo año y no me siento diferente, terminé el año con buenas calificaciones y no tuve ningún problema en la escuela después de lo de Mic, mis vacaciones fueron normales y ya iba y venía en bicicleta a la escuela. Después de lo que hice fue una tortura tener que ir en el mismo vagon con él algunas veces, agradecía poder tenerla ya.

–¡Ya estoy de vuelta!—gritó Oboro antes de sentarse con nosotros.

–¿Las vacaciones de hospital estuvieron bien?—se burló ella.

–No me hables de eso ahora, me sigue ardiendo el trasero.

–¡Oboro! ¡Que asco!—reí al ver cómo había sido empujado y casi cae de la silla. En este año sólo veía cambios leves, como nuevos cortes de cabello, algunos centímetros de más y tal vez un cambio físico pequeño. Quizás incluso un cambio de personalidad.

Por mí parte seguía igual, mismo tamaño, misma flacura, mismo cabello y misma actitud de siempre.

Nemuri no había cambiado mucho, solo era más alta.

Oboro sólo se dejó crecer el cabello y era un poco más alto.

Tensei...¿Y Tensei?

–¿Dónde está Tensei?—ante mí pregunta los dos dejaron de pelear y vieron alrededor.

–No se, se supone que ya debería haber llegado—indicó Nemuri—debe estar cuidando de su hermano.

–Tal vez...

De pronto por la puerta entró nada más y nada menos que Mic, tenía el cabello más largo agarrado en una pequeña coleta y era más alto, ya no tenía frenos, sus lentes seguían con él pero ahora con el uniforme se veía diferente (si, tardaron casi un año en darle su uniforme) no saludo a nadie al entrar y parecía nervioso pero al final se sentó en su lugar.

Me di la vuelta y la clase comenzó, tras él venía él profesor, Tensei nunca llegó y no lo vimos hasta la hora de comer.

–¿Qué te pasa a ti? ¿Dónde estabas?—preguntó con clara "indignación" Oboro.

–Papá me cambio de salón después de que ALGUIEN le dijo que él idiota con quién me peleó estaba junto conmigo en el mismo salon—miro de forma nada discreta a Chizome, estaba a una mesa de nosotros y solo se limito a hacer como que no escucho—estoy en la clase B pero conocí a un tipo llamado Sekijiro, es un gran tipo y ya me hice su amigo.

–Bien por ti, ¿cómo sigue tu hermano? —pregunte

–aw, mi hermano es muy lindo, aunque ya no es tan pequeño y ahora puede hablar, apenas la semana pasada me dijo papá, es raro, pero aww—podría jurar que veía flores y brillitos alrededor suyo cada que hablaba de su hermano, habíamos ido a verlo una vez cuando aún era muy pequeño, todos lo cargamos y nos tomaron una foto con él, Tensei fue él de la idea, pero ya hace mucho tiempo que no íbamos a su casa entonces ya no sabíamos cómo se veía en realidad.

–Ya quiero verlo otra vez...era lindo, no lloraba cuando alguien más lo abrazaba—recordaba Oboro, y una vez más, ¿de dónde salían esos brillitos?

–aw si, agarraba tus manos aunque no podía aún abrir los ojos—¿más brillos?, ¿necesito ir al oculista o si se están viendo en realidad?

–aja, ¿como dijiste que se llamaba tu hermano?—ante la pregunta los brillos desaparecieron.

La Excusa Perfecta Para Dedicar Canciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora