Midoriya Izuku, heredero del One For All, se ve involucrado en cierto incidente , al ser algo de lo que pudo encargarse fácilmente, decide no decir nada y seguir con su vida como estudiante y futuro héroe.
-¿E-Esta segura? – La preocupación del hombre era evidente- Los resultados de las pruebas fueron preocupantes... No sabemos hasta qué punto podamos contro...
-No me hagas repetirlo- Interrumpió la peliazul, su tono era de muerte y su mirada aún más intimidante- Son héroes, ayudar y salvar personas está en su sangre, es por eso que vamos a darles lo que quieren jiji.
-E-Entendido- El hombre corto comunicación y comenzó a operar la sala de control.
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Muy en lo profundo, en una sala fría y oscura, una pequeña luz comenzó a crecer hasta iluminar el centro, revelando cierto "experimento".
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Una secuencia después, sus cadenas y camisa de fuerza fueron deshechas, cuando sus pies tocaron el suelo, un orbe rojo comenzó a brillar a pesar del casco. La puerta automática se abrió, dos hombres entraron corriendo, arrastrando un par de cajas color plata, las arrojaron e inmediatamente se dieron la vuelta, pero justo cuando iban a correr, dos hilos rojos rodearon sus cuellos, fueron levantados y llevados frente al exprisionero.
-No... N-No lo hagas- Suplicó mientras su cuello y aire eran cortados –P-Por favor... ¡Nooo!... ¡AARGH!- Después de ese grito, las cabezas de los hombres fueron separadas. La sangre salió como una fuente antes de que los cuerpos cayeran sobre el charco rojo. Los hilos rojos se retrajeron dentro de su dueño.
-... - Miró las cajas y después de abrirlas y cambiarse con el contenido, caminó hacía la salida, con un andar lento e imponente, la luz lo atraía, más que el sonido del exterior.
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-Ahora veamos... - Caminó hacia la pared y, luego de tomar una enorme espada con forma de hélice, se asomó una vez más por el balcón. La situación era caótica, su subaste arruinada y los héroes acabando con toda su "mercancía" y clientela, aun así, no dejaba de sonreír.
-¿Hm? – A pesar de estar ocupado, un rubio se percató de la figura de su jefa- "No seas imprudente"- Pensó antes de regresar a su encuentro. El oscuro lo tenía ocupado, apenas y podía esquivar su cuchilla, tenía que admitirlo, si no fuera por la asistencia de los clones ya habría muerto más de 18 veces.
– ¡Yo también quiero divertirme! - La peliazul saltó y aterrizó en medio del desastre, podía estar vestida como una empresaria y ser una gran belleza, pero su mirada y aura la hacían ver como un ser formidable.
- ¿Eh? – Kirishima se percató de la nueva presencia- ¿Quién es ella?
- ¡A quién le importa!- Bakugou soltó mientras hacía explotar a un clon- ¡Va a morder el polvo como los otros! – Aseguró agresivo.
