El sexto integrante

★Capítulo 5★

—Y yo... —lo piensa por un momento— Creo que soy una persona absolutamente complaciente y estoy muy desesperada por caerte bien.

Me río de su intensa sinceridad.

—Me caíste bien en el primer minuto, lo cual es raro porque la gente no me agrada.

—¿Dónde estaban? —pregunta Freya, mientras pone un vaso de algo azul en mi mano.

—¿Lo compraste tú? —le pregunta Dylan, quitándomelo.

—Emm sí —la duda en su voz es evidente, por lo que voltea a ver a Indra para estar segura—: ¿Lo compré yo?

—Lo compré yo —dice ella, rodando los ojos—, ví cómo lo preparaban, está bien.

Dylan me regresa el vaso y mira a Freya con un poquito de molestia.

—Llegamos hace veinte minutos, ¿Cómo es que ya estás borracha?

—Estoy bien —se indigna ella y lo mira de forma desafiante—, solo no puse atención.

—Necesitas cuidarte, no toda la gente es buena.

—Lo sé, deja de estresarte por todo.

—Deja de estresarme entonces.

—No me responsabilices de tus emociones, nadie puede poner sentimientos allí —pone un dedo sobre su pecho—, solo tú decides.

—Ajá, el alcohol y tu filosofía barata —Dylan rueda los ojos y nos empuja al sofá que está justo detrás y acaba de quedar libre— ¿Pueden quedarse justo aquí? Había un chico lindo abajo e iré por él antes de que tenga que ser el papá de todos aquí.

—Ve tranquilo, yo me ocupo —Indra asegura con seriedad.

—¿Emi?

—Ni siquiera he tomado algo, me das vibras sobreprotectoras, relájate.

—Intenta salir solo con tres mujeres que se meten en problemas cada diez segundos y luego me dices si puedes relajarte.

—Ve tranquilo, aquí estaremos cuando regreses —intento convencerlo, aunque si las chicas se meten en problemas igual no sabré qué hacer.

Tampoco creo que sea para tanto, no son niñas pequeñas.

—¿Vamos? —le pregunta a Lúa, que de inmediato asiente y toma su mano para regresar por la escalera por la que subimos.

—¿No que iba por un chico? —cuestiono en cuanto los observo perderse entre la gente— ¿Para qué la lleva?

—Dos para dos, seguro estaba con un amigo —responde Freya, con un encogimiento de hombros.

Indra arruga la nariz con molestia, es un gesto evidentemente celoso, aunque probablemente no lo hubiera notado si Dylan no hubiese dicho que a ella le gusta Lúa.

—Ya... vengo —murmura por lo bajo antes de alejarse.

—¡Espera! —Freya se pone de pie— ¡Indi! No quise decir que...

—¡Ey! —la jalo de regreso tomando su mano— No te vayas, esperemos aquí.

—No me fijé en lo que decía —hace un puchero y se recuesta en mi hombro—. Digo, es la verdad, pero a veces tienes que cuidar a tus amigos de algunas verdades.

—¿Ya tenemos dramas amorosos?

—Efectivamente, sí —asiente mientras recupera el vaso que antes me había dado—. A Indra le gusta mucho Lúa, pero Lúa está enamoradísima de Dylan. A Dylan le valen mierda los compromisos, estoy segura de que solo ve a Lúa como amiga y ni siquiera ha notado que ella se siente de otro modo por él.