No era mi hijo.

— El bebé y la madre falleció— Sisee

—Pero, Alpha... —Dijo la institutriz

— Ambos están muertos, y será mejor que guardes silencio—Amenacé

Caminé a mi habitación esperando que mi Beta se hiciera cargo de deshacerse de ambos cuerpos. Al instante tocaron mi puerta y decidí abrir.

—Señor, puede que visitar mucho el mundo humano, contaminara el vientre de la Luna— Dijo uno de los médicos

—¿Qué otra mentira, quien decirme?, necesito descansar. —

Tenía sueño y no quería escucharlos. Les pedí que se retirarán y cure mis heridas. Apenas cerré los ojos amaneció y no pude descansar bien.

Fui a la plaza central anunciar que la Luna Sofía había fallecido y con ello el niño también.

Al terminar mi discurso volví para almorzar en mi habitación. Pasé largo tiempo, analizando una estrategia de escape, ya que no habíamos recaudado el dinero para pagar las armas de los humanos. Los pobladores, se negaban a pagar.

—Tráeme, agua, me daré un baño antes de asesinar a ese hombre—Informé a mi beta

Enseguida subieron la bañera y el agua necesario. Me acomodé y dejé que las hermosas muchachas me bañaran.

— Hoy hay que darle algo de comida al prisionero—Mencioné a mi Beta—Dale estas sobras, y ordenas que suban mas chicas, necesito desestresarme.

La cálida agua y los masajes hicieron que mi cuerpo viajara a la tranquilidad, hasta que sentí un aroma a fuego. Me levanté y vestí rápidamente. Cogí el agua de la bañera y empecé apagar el fuego producido.

Todos los solados traían agua, hasta que logramos extinguir el fuego, sin tantas perdidas materiales. Una gran lluvia facilito el trabajo.

—Alpha, le tengo dos noticias una buena y la otra mala. — Dijo mi Beta.

Tenía en su mando una gran bolsa de dinero y una lsita.

— La buena —Dije secándome las manos y mirándolo fijamente.

—Como sabrá, la lluvia ayudo a extinguir el fuego, y por suerte los aldeanos llegaron a pagar todos— Mencionó y me alegre.

— ¿Y la mala? —Pregunté curioso

—Vinieron los de la Manada Tierra Oscura y nos hicieron distraer en la entrada, ellos provocaron el incendio. Y el Alpha Eduard logró escapar—

—¿Quién lo ayudo específicamente?, quiero nombres— Reclamé

—No estamos muy seguros, pero reconociendo el pelaje de aquel lobo, que ocultaba su aroma; era la ex Luna Katherine. —

Golpeé mi puño en la pared de tanta ira. Ahora estaba completamente seguro, de que el mate de Katherine era ese Alpha Eduard.

—La quiero viva, manden a los lobos a rastrearla—

—Alpha los lobos están cansados, no creo además que con la lluvia pueda funcionar completamente sus sentidos— Intervino mi Beta.

— Pues levántalos, y obliguen a que la busquen; no perderé tiempo si ellos están cerca. — Informé

Pasé a la habitación de Katherine, que había sido afectado un poco por el fuego. Ya casi se me hacía obvio que ella era la culpable de eso.

Busqué en sus cajones y encontré su cabello en vuelto con una de sus ropas, se había cortado el cabello que creí que le agradaba. Encontré varias pinturas de su sirvienta, al parecer Katy la pintaba. Tenía un montón de libros en su baúl y debajo de su cama.

Se parecía tanto a mi compañera destina, antes de que ella falleciera. O mi padre la asesinara.

* Se llamaba Estela y vivía en el pueblo fronterizo de los humanos, ella era una humana, y sus padres también. Era una chica pobre, y la mayoría de veces no estaba en su caza, ya que ayudaba a su madre a recoger frutos. Le conté a mi padre a los cinco años, que ella era; pero lo que sucedió después fue que mataron a toda su familia. «Jamás permitiría que mi hijo, sea maldecido al tener una compañera humana.» _Mencionó mi padre en aquella reunión. «Y si lo hacemos casar con tu hija» _Propuso mi padre a su Beta. «Estoy seguro que para ella sería un honor» _Respondió este. *

Anunciaron a todos en la mansión, que mi mate había desgraciadamente muerto en una cacería de los humanos. Llevaron a Katherine a la mansión, pero del otro lado, para que aprendiese todo para ser mi futura Luna. Solo los recreos o cursos compartidos que llevábamos nos encontrábamos. Era muy inteligente, demasiado quizás.

Pedía a mi padre que su padre se la llevara de la mansión a los catorce, y después de un par de años falleció mi padre. Y el acuerdo de casamiento se llevó a cabo.


Así que ahora ella me pertenecía, no importa todo lo que estaba pasando; yo seguía siendo su Alpha.

La Venganza de la Rechazada ( Mate del alpha) TERMINADAWhere stories live. Discover now