IV.

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El plan de Terry era ver a Candy una última vez, saber cómo le estaba yendo en su vida, si había cambiado en todo este tiempo, obviamente a escondidas para no inquietarla. Esa sería su manera de despedirse para siempre. Regresaría a Inglaterra con un anillo y le pediría matrimonio a Susana. Oh, pero, los planes nunca salen como uno piensa...


A unos días de la partida de Terry, Susana cayó enferma. Y mientras Terry se encontraba en el barco pensando en su niña de rizados cabellos, Susana tosía sangre, pañuelo tras pañuelo.

—¿Lo has oído?

—¿El qué?

El parloteo de unas señoras que se encontraban cerca de él lo sacaron de sus pensamientos, llamando su atención.

—¡El heredero de la familia Ardley se va a casar! Lo anunció en los diarios. ¿Te imaginas? ¡Qué suerte de esa chica! ¡Heredará toda una fortuna!

—¿Quién es la chica?

—Una tal "Candice White".

Al escuchar aquel nombre, Terry sintió un terrible mareo, se acercó a la borda y vio cómo una ráfaga de viento se llevó consigo una hilera de flores de narciso.

—¿Estás bien, chico?—Al oír el ruido, las mujeres se acercaron a él.

Dio gracias de que los pétalos ya habían desaparecido.

—Me suelo marear seguido en los barcos.

—Entiendo. A mi sobrina le pasa lo mismo. Deberías ir a un médico.

—Escuché que comer algo dulce ayuda.—Comentó la otra mujer.

—Cuídate, chico.—Fue lo último que dijeron y se despidieron.

Pero las palabras "Candy va a casarse con Albert" era lo único que su mente podía escuchar. Tenía que verificar aquel rumor.



🌸



Candy estaba rebosante de felicidad, arreglando cosas de aquí para allá, organizando la fiesta con Albert, anotando los nombres de todos los invitados. Nadie tenía que faltar. Nadie excepto... ¿Debería invitarlo a él y a Susana? A estas alturas, seguramente, ya se habrían enterado por medio de los periódicos.

Después de que Albert se presentara públicamente como la cabeza de la familia Ardley, los medios lo atosigaban queriendo saber más de él y su historia. Y como este era el primer matrimonio entro de su familia en mucho tiempo, y pertenecían a una de las familias más importantes del Estado, vio oportuno hacer su casamiento público. Además, cabe decir que sí, quería presumir que se casaba con la chica más bonita y de buen corazón de, probablemente, todo el mundo. Estaba agradecido con ella por haberlo cuidado tanto cuando perdió la memoria, y, por ser la única amiga en quien siempre podía confiar.

Sus sentimientos por ella se habían convertido en algo más fuerte, y, ahora, quería hacer más momentos felices a su lado. Tenía la certeza de que él podía darle todo lo que ella quisiera, podría hacerla muy feliz, y así, algún día, ella le entregaría lo más valioso que poseía; su corazón.

—Candy, he pensado que podríamos viajar por el mundo salvando animales, con tus habilidades de enfermera, me serías de mucha utilidad. Claro, es una posibilidad, y no tienes que darme una respuesta ahora. Podemos quedarnos aquí y llevar la vida que desees.

—O podríamos combinar ambas, por temporadas.—Candy sonrió.—¡Me encantaría conocer más del mundo! ¡Y si es con Albert, mucho mejor!

Albert sonrió satisfecho. Le encantaba la energía de Candy; siempre motivada, positiva y con una sonrisa en el rostro.

Candy Candy - Final Alternativo [Años más tarde...]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें