II. ✨Kuro Tetsuro✨

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Sweater weather

Suzuki Kaori era un gran fan del voleibol, o quizá la verdad es que esa era una total mentira

Suzuki Kaori le gustaba el voleibol, es verdad, pero la causa de ello era su gran fanatismo por el capitán del equipo de voleibol de la escuela Nekoma. ¿Dije fanatismo? Me corrijo, quise decir amor.

Kaori estaba perdidamente enamorada de Kuro Tetsuro.

El primer momento en que Kaori se fijó en la existencia del capitán fue en primer año, cuando esta entró a Nekoma y se pillo con él en el pasillo. El segundo momento fue cuando lo vio acomodarse la corbata y abrirse un poco la camisa, le pareció un momento sumamente sexy que terminó con ella totalmente roja desviando la mirada ante los ojos felinos que se posaron en ella en un segundo (eso quizá contaba como el tercer momento). El último momento fue en la cancha, acompañó a una amiga a ver el partido ya que a ella le gustaba Yaku, el líbero con el que compartía clase. El rematador golpeó el balón con seguridad pensando en que este llegaría a la cancha y en un segundo, junto con una sonrisa ladina, Kuro bloqueó la pelota poniendo la mano justo en el lugar correcto.

Ese fue el momento que decidió todo, ese hombre era increíble.

¿El problema? No tenía el valor para acercarse a él y su amor solo era algo que se resolvería como platónico. Lo miraba de lejos siempre que podía e intentaba no faltar a ningún partido para poder apoyarlo, así fue pasando el año hasta que él asumió como capitán y ella no había hecho ningún solo avance.

Que frustrante.

- Suzuki-san... Suzuki-san ¿Me oyes? - Kaori despertó de su letargo y miró hacia el lado, un chico de pelo rubio y raíz negra la miraba con insistencia. Bueno, la insistencia que se podía en sus ojos cansados.

- ¿Eh? Ah, Kenma-kun. Sí dime - el chico suspiró pesadamente antes de hablar.

- Siento molestarte, pero... quería pedirte un... favor - la chica parpadeó un poco sorprendida.

No era la primera vez que hablaban, Kenma compartía un lugar cercano de puesto y habían intercambiado algunas palabras y apuntes, le parecía un chico agradable. Sus conversaciones rondaban sobre clases y videojuegos, nada muy especial. Eran momentos que se rompían en los recesos luego de que su mejor amigo, justo el chico por el cual suspiraba, se acercaba a su puesto a hablarle, momento en que Kaori tragaba el aire y desviaba la mirada totalmente nerviosa. Volvió al presente ante el ceño fruncido del ojos de gato.

- Ah.. sí, sí. Por supuesto ¿Qué necesitas?

- Tengo... problemas en inglés y he notado que sacas buenas notas ¿Es posible que me des una tutoría después de clases? - Kaori frunció el ceño confusa, no había notado que Kenma tenía problemas con esa materia, todo lo contrario.

- Claro, sin problemas ¿Mañana después de clases puedes? - el chico asintió

- Sí, ese día tengo libre de práctica - la chica sonrió asintiendo y volvió a su cuaderno - em... Suzuki - Kaori volvió a mirarlo - ¿Es posible que me acompañe un amigo en la tutoría? - si la chica se encontraba confundida, ahora era aún más.

- Em... sí, sin problemas ¿Quién es? - el chico levantó los hombros desinteresado

- Ah, solo un idiota, no te dará problemas.

Kaori no volvió a preguntar así que sonrió y volvió a lo suyo sin notar la mirada irritada que Kenma pegó hacia atrás de la sala, cerca de la puerta, donde un pelinegro lo miraba con atención. Ese favor le costaría muy caro.

Kaori llegó puntual a la biblioteca, miró a todos lados buscando al rubio sin éxito, Kenma aún no daba señales de haber llegado. Sin alterarse, eligió una mesa cerca del fondo, pero lo suficientemente a la vista para ser vislumbrada rápidamente desde la puerta, colocó su cuaderno en la mesa y comenzó a revisar su celular distraída. Estaba en ello por varios minutos que no sintió una presencia alta a su lado.

One-shots de HaikyuuWhere stories live. Discover now