No se imaginaba que cosas habrían cambiado en la casa o en el dormitorio, se preguntaba si su ropa había sido remplazada por la de Rian en el armario y si acaso él compartía la cama con Jazmín como algo más que solo amigos. Imaginaba que sí, después de todo como hombre tenía necesidades y Jazmín era la única al alcance para satisfacerle. Eso fácilmente podía significa que...estuviera embarazada o ya hubieran tenido un hijo juntos.

Le dolía pensar que en cierta forma su familia ya no era suya y que al volver...No lograría pertenecer como antes.

Su viaje por Europa había sido una gran experiencia, había conocido gente maravillosa, había enfrentado múltiples peligros y había aprendido sobre el mundo y sus culturas. Dentro de todo lo malo consideraba que el viaje le había enseñado mucho sobre el mundo y sus enigmas y bellezas.

No sabía si serviría de mucho en White Oak, donde ahora sentía sería un completo extraño. Todos habían continuado con sus vidas y él...él no había hecho falta.

Se limpió una lágrima silenciosa y bajó la mirada hacia su bolso para sacar un cuaderno. Encendió la lámpara con vela que colgaba sobre su cabeza para alumbrarse y dibujó un rato durante el viaje, hasta que decidió dormir un par de horas.

Al menos su arte había causado gran fascinación en Europa y de eso había hecho mucho dinero. Volvía a pintar y esta vez como una forma de profesión, lo que implicaba que haber ido a la Universidad de Arte no había sido una completa pérdida de tiempo. Tenía varios interesados en Europa por comprar sus próximas pinturas incluso si era a distancia y pensaba probar suerte en los Estados Unidos para ver si podía conseguirse varios interesados.

Despertó cuando el carro se sacudió bruscamente al pasar por un bache en la tierra y se sentó para ver que seguían de noche y la niebla rodeaba el carro.

—¿No quiere una manta, señor? ¿Y algo de tomar quizás? Creo que tengo algo de coca-cola en mi bolso.

Sacó una de las botellas de cristal y se la entregó al hombre junto con una de sus mantas para que se protegiera del cruel frío. Pensaba seriamente pagarle un poco más de ochocientos dólares por todas las molestias.

—¿Planea quedarse en White Oak por un tiempo? He escuchado que son lindas tierras con bellos paisajes.

—Lo son, sí, de hecho, regreso a casa después de ausentarme por unos años. Morgan es mi padre.

—Oh, vaya, no se me hace familiar.

Y agradeció que tampoco preguntara pues no quería decirle su nombre. Aun no estaba listo por miedo a que pudiera acarrear consecuencias y tuviera que volver a irse.

Cuando el carro llegó a White Oak, lo adentró por el camino y les dejó a unos metros de la enorme mansión, justo a las afuera del enorme portón principal que estaba cerrado en esos momentos. Adrian bajó con sus bolsos, se apoyó en el bastón y le entregó el cheque con una suma de mil dólares. El hombre se quedó mirando el trozo de papel con la boca abierta y Adrian le sonrió y se marchó.

Corrió el pasador del portón metiendo su mano entre los barrotes y lo abrió con cierta dificultad intentando no caer. Entró, apoyándose en su bastón con cada pasó y se detuvo con el peso en su pierna sana para volver a cerrar el portón.

El caminó hasta su propia casa le tomó unos cuarenta minutos, pues no podía apurarse y tampoco quería hacerlo. Estaba aterrado por lo que podría suceder, todos los escenarios lamentables que tomaban lugar en su cabeza.

Se detuvo frente a su vieja casa y suspiró, seguía tal como la recordaba, tres grandes pisos con una elegante estructura de techos puntiagudos, paredes revestidas en madera y un porche bello y adornado con flores. No estaba muy lejos de la casa de Jian, donde podía ver que ya unas luces estaban encendidas, probablemente Derby despertando como costumbre antes que todo el mundo. Lo único que parecía haber cambiado era el jardín delantero de su casa, había más flores y una bella huerta que podía ser el nuevo pasatiempo que Jazmín había mencionado en una de sus cartas.

Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADORWhere stories live. Discover now