Muchas cosas han sucedido en la vida de los Morgan, pero la aventura no termina. Su historia está por enfrentar el comienzo de un nuevo siglo y los cambios que vienen con él.
A los pies del siglo XX, la llegada de Marie está más presente que nunca...
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12 de febrero 1897. White Oak, Minnesota.
—¿Cómo conseguiste que papá te devolviera tu dinero?
Grayson rodó los ojos cuando Aiden entró en su dormitorio sin siquiera llamar y le dio la espalda para agarrar otras camisas de su armario y meterlas en la maleta.
—¿Entonces? ¿Cuál fue el truco?
—Usa tu cerebro, Aiden... ¿Cuál podría ser la única razón?
Aiden se concedió un momento para pensar al respecto y cuando lo comprendió, abrió la boca ante la sorpresa y se sentó a los pies de la cama.
—¿Un bebe ¿uhm? —. Grayson asintió y cubrió las suelas de sus zapatos con unas fundas para meterlos en el bolso—. ¿Quién es la madre?
—Avril Pound.
—¿La muchacha por la cual andabas pidiendo dinero? ¿Y estás seguro es tuyo? No quiero insinuar que ella mienta, pero...Ya sabes cómo es cuando ven que eres generoso con el dinero y tu le dejaste bastante propina.
—No lo sé, Aiden, pero Avril no es la clase de mujer que mentiría por eso, me odia lo suficiente como para odiar también mi dinero —. Guardó su cepillo de dientes en un bolso pequeño, junto con su jabón, las gomas de mascar, su gomina para el pelo y el lustrador para sus zapatos y lo metió en la maleta—. Aun no le he dicho a nadie, así que mantén la boca cerrada.
—¿Ni siquiera a Geordie?
—Especialmente Geordie. Se reirá en mi cara y empezara a burlarse de mí sobre como me lo dijo mil veces antes y no estoy de humor para eso.
—Sí te lo dijo —recalcó Aiden y Grayson se detuvo para mirarlo molesto—. ¿Qué? Es cierto y te lo dijo demasiadas veces, pero bueno... ¿De cuánto está?
—Ella cree que de cuatro meses.
—¿Y ya hiciste las matemáticas para ver si coincide?
—No soy idiota ¿vale? Fue lo primero que hice. Quedó embarazada en noviembre y yo la visite durante las primeras semanas, así que perfectamente podría ser mío.
—Supongo. ¿Te irás?
—Sí, no le gusta estar sola así que me ofrecí a quedarme con ella unos días —. Tomó su carpeta con trabajo y la metió en el bolso—. Papá me ha dado trabajo para continuar desde la ciudad y yo me encargaré de las reuniones con Matthewson para ahorrarle el viaje.
—De acuerdo, cualquier cosa puedes llamar a casa e iremos ¿sí? —. Asintió y Aiden se puso de pie y antes de marcharse, le sujetó el hombro para que lo mirara—. Cuida de ella, Grayson, las mujeres son sensibles, pero son aun más sensibles cuando están embarazadas, así que intenta controlar tu temperamento.
Caminó hacia la estación en Utica con el frío envolviéndole hasta congelarle las pestañas. Iba con su abrigo de lana, bufanda que cubría la mitad de su cara, el sombrero y guantes, pero no era suficiente para protegerlo del frío y sus pies estaban congelados.
