𝟘𝟘𝟡.- 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬

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—Okay..okay, siguiente pregunta.- Juliette aclaró.— ¿Cuál es...tu color favorito?
—¿En serio Harrington? .- mencionó Eddie con sarcasmo.
—Bueno debía preguntar...
—¡El negro! Es el negro...
—Claro, desperdicié mi pregunta.

Ambos jóvenes se encontraban frente a frente en la estancia con un plato de comida caliente, mientras Juliette lo sostenía para darse calor, Eddie lo había colocado frente a él, ya que se encontraba sentado en el piso, la señorita era la única que se encontraba sentada en el sillón viéndolo desde una distancia más alta.
—Bien, sigo yo...¿cuál es...tu película favorita?
—¡Sixteen Candles! ¡Obvio!
Eddie realizó un gesto como si fuera a vomitarle encima.
—¡Ay vamos! Es una muy buena película ¡no es tan mala!
—Es una aberración.
—¡No lo es! Es...linda.
—Me arrepiento de haber preguntado esto.
Julie se atrevió a lanzarle un cojín que cayó directo en la cara del chico mientras sonreía.
—¡Cuidado! Tirarás mi sopa, tarda mucho en enfriarse.— soltó indignado sosteniendo su plato con cuidado.
—¿Serías un poco agradecido conmigo? ¡La cociné yo!
—De acuerdo su alteza.— se puso de pie y se inclinó frente a Juliette haciéndola reír.— su... turno.

Eddie finalmente tomó asiento a un lado de su ahora cómplice, subió ambos pies a la mesa de enfrente y siguió devorando esa riquísima sopa.
—Eddie...¿alguna vez...has dado tu primer beso?
El castaño tosió un poco y la miró desorientado por su pregunta tan fuera de camino, arqueó ambas cejas e inclinó un poco su cabeza.
—¡Juliette Harrington! No creí que pasaras tan rápido a las preguntas peligrosas.
—¿Y bueno...?

Su mirada cayó directamente al suelo entre risas un tanto juguetonas.

—Sip...fue con Linda Vein, de hecho.— colocó ambos de sus brazos recargados en el borde del sillón, extendidos cómodamente.
—¡Claro! ¿La ex de mi hermano? ¿La porrista?
—¿Te sorprende?
—Era mi compañera, estoy muuuuy segura de que, no le gustan los raritos.
—A ti te gustaban "raritos" y también a Linda Vein. — afirmó con seguridad.
—Oh ya veo...sigo sin creerte.- volvió a tierra.
—Fue de los mejores besos que he tenido.
—¿Dónde fue?
—Que curiosa estás hoy Julie.
—¡No es eso! Solo quiero actualizarme en tu vida...hace años que no hablábamos, cuando éramos amigos.
—¿Éramos? ¿qué ya no lo somos? .— cuestionó curioso.

Julie lo analizó por un momento, ¿ya no lo eran? solo era una charla de "compañeros", pero ella así no lo quería, en realidad ni siquiera lo deseaba.

—Podemos volver a serlo...
Eddie esbozó una sonrisa de lado, convencido de que funcionaría, por lo menos aquel día.
—¡Hola! Soy Juliette Harrington, hermana de Steve, ex porrista, muy linda por cierto...- extendió su mano frente al cuerpo de su contrario.
—Ohhh entiendo entiendo.- Eddie tomó su mano sin pensarlo dos veces.— Soy Eddie Munson...y estoy a tus órdenes.
—Eddie...- confirmó Julie con una sonrisa.

Las manos frías de ambos jóvenes se quedaron intactas, tocándose la una con la otra, en una unión un tanto eléctrica, pues hace tiempo no tenían algún tipo de contacto físico, se sentía distinto, Julie comenzó a acariciar los anillos que cubrían varios dedos de Eddie, giraba y jugueteaba con algunos.

—Mhm, solía amar estos anillos...- respondió en nostalgia.
Eddie llevó su mirada hasta las manos tan delicadas y frágiles de Julie observando sus propias manos, estaba teniendo un ataque completo de pánico en su interior, mintió, sobre el beso, jamás había estado tan cerca de una chica, no como con Julie, podía sentir incluso su respiración tan cerca de su pecho, el cómo su tacto lo tensionaba, pero no eran más allá que los nervios interponiéndose en su cuerpo.

—Mi favorito era...este.- dijo señalando uno en específico que comenzó a inspeccionar para después sacar una pequeña navaja del artefacto.— sabía que se podía hacer eso, una vez te vi cortando la cuerda de la guitarra con él.

—Qué observadora.
—Lo era.

El joven no movió su rostro, solo sus ojos y los plantó de vuelta en Juliette, pero prefería que el momento terminara, no le gustaba para nada lo que estaba sintiendo y menos ahora que había recuperado su amistad con ella, además podía notar una cierta intranquilidad en su rostro, lo cual llamó su atención queriendo traerla de regreso.
—Oye...hm, Juliette.
Julie salió de su cabeza y volvió a la realidad con Eddie, soltó su mano terminando su inspección y se incorporó de nuevo en el momento.
—Perdón, me fui por un segundo...creo que he estado pensando en varias cosas a la vez.
—Pero...¿estás bien?
—¡Sí! Nada de qué preocuparse...

Ella mentía, algo había sucedido, tal vez estaba arrepintiéndose por dentro de haber vuelto a conectar con Eddie y eso lo hizo sentir terrible, no quería sobre pensar, no ahora.

—¿Porqué no continuamos? Sigo yo...¿cuál es tu canción favorita? — sugirió Eddie.

Una vez más saltamos en el existente universo de cabeza para volver con los chicos detectives, quienes para ese momento ya se habían separado a buscar pistas.

Nos centramos en el trío, quien se encontraba frente a la casa de la psicóloga escolar, había muchas dudas que aclarar pero no mucho tiempo ni mucho menos paciencia.

—Bien, Max lleva una hora tocando el timbre de la mujer, ¿está siquiera en casa? - decía Steve desde el asiento frontal del auto.
—No hay mucha posibilidad, es sábado, los sábados la gente tiene...cosas que hacer, ¿cierto? — cuestionó Dustin.
Steve soltó un suspiro viendo por la ventana, agotado simplemente se bajó y caminó hasta allá.
—¡No! Steve...agh.

—Pelirroja sube al auto, vendremos mañana a primera hora.
—Podemos entrar por la ventana.
—¡No! No vamos a hacer eso, ya hemos hecho bastantes cosas ilegales por hoy para invadir propiedad privada, vamos.— incitaba a la chica con ademanes.

Max se veía indecisa.
—¡Vamos! .- la incitó, a lo cual ella accedió finalmente, ambos se dirigían al auto y una vez los 3 dentro, Max volvió a hablar.
—No lo se, solo..siento que deberíamos hacerlo ahora, tengo un mal presentimiento.
—¿Presentimiento de que? ¿Ahora eres psíquica, niña?
—No...no es nada, vendremos mañana temprano.
—Ajá y...¿que haremos el resto del día?
Hubo un momento de silencio, donde todos pensaban que harían para ser útiles.

—Lo sé, Dustin..pásame la radio.
El chico asintió con la cabeza y le pasó el artefacto en mano a su compañero.
—¡Hola, hola! Emergencia...¿Se encuentran ahí? ¿Hola? ¿Alguien?

No hubo respuesta.
—¡No me digan que están muertos por favor!

—¿Qué quieres Steve? .- respondió Julie desanimada por lo que había sucedido anteriormente entre ambos.
—¡Ah! ¡Pero si es mi hermanita linda! Me da gusto saludarte también. ¿Les importa si vamos un momento a visitarlos? ¿Necesitan algo? Podemos ir al trailer y a casa.
—Uh, uh, ¿puedes traer más alcohol? .- se unió a la voz en el radio Eddie.— Y mi guitarra por favor...ah, y la caja que está sobre mi buró.
—¿Algo más, mi rey?
—Trae más sobres de comida, mi walkman ¡y más mantas por favor! Es primavera y es imposible que esté haciendo frío por aquí.
—Estás en medio de la nada Julie, por supuesto que hará frío en el bosque, aguarden ahí.

Steve cerró la antena de la radio y prendió el auto.
—Entonces ¿visitaremos a los chicos?
—así es, que listo eres Henderson, pónganse el maldito cinturón o los bajo ahora.

El Soldado y La Reina... « Eddie Munson »Where stories live. Discover now