Capítulo 10: Viajes y nuevos amigos

Start from the beginning
                                    

Al ver que no me respondía comencé a pincharle el brazo con el dedo, pero él solo sonreía entre sus sueños y seguía balbuceando unas palabras en un idioma que prácticamente parecía inventado, si seguía así por unos minutos comenzaría a pensar que tenía un demonio dentro y lo llevaría a algún templo para que le saquen lo tarado de adentro.

Curiosamente en ese estado de profundo sueño se veía tan hermoso, sus cejas relajadas y perfectamente depiladas iban en conjunto con su sonrisa de boca cerrada que indicaba que estaba soñando algo agradable. Posiblemente en su mente había ganado algún partido.

No.

Sus labios comenzaron a juntarse, casi como tratando de besar a mi brazo, ¿acaso estaba soñando con que besaba a alguien? Y por qué estaba acercándose a mí...

¡¿Me acaba de besar el brazo?!

—¡Jai!—grité en su oído y este levantó la cabeza de golpe, para luego taparse el oído y mirarme con su mejor expresión de "más te vale que tengas una buena excusa para haber hecho eso".

—Sentía que me quedaría sin un brazo —admití, y aunque había algo de razón en lo que dije también lo desperté porque me estaba poniendo demasiado nervioso el toque de sus labios en mi brazo.

—¿Sí? —abrió sus ojos tan grandes como pudo y fingió preocupación—. ¿Y por eso preferiste dejarme a mí sordo?

Traté de ocultar una sonrisa.

—Eras tú o yo —admití, achicándome de hombros, sin darle importancia.

—¿Ah, sí? —dijo tirando su campera encima de mi cabeza, para luego comenzar a despeinarme por arriba de esta.

—Di que lo sientes.

—Que lo sientes.

—Ah, ¿eres chistoso también?—cuestionó, dejando salir una risa que no se podría haber escuchado si la gente del autobús no estuviera en silencio.

—Nop.

—Nani, pide perdón —exigió aun deslizando su mano cerrada sobre mi cabeza.

Posiblemente cuando me quite la campera tendría todo mi cabello estático y hecho un desastre, pero si algo aprendí con Jai es a nunca perder una pelea en broma.

—Ya quisieras.

—Nani —susurró en mi oído con una voz melodiosa, y con aquel simple gesto fue capaz de dejarme helado en mi lugar.

¿Él lo hacía a propósito?

Lo dudo, Jai siempre me había molestado así.

—Ok, ok. Lo siento —me rendí, golpeando su mano. No me di cuenta en qué momento había comenzado a sonreír, pero se sentía tan bien estar así con Jai.

Entonces lo escuché reír por lo bajo y no pude controlar la sonrisa aún más grande que se dibujó en mi rostro.

—Ahora di que la próxima me dejarás dormir —comentó por lo bajo, sin dejar de despeinarme.

—En tus sueños.

—Tendría mis dulces sueños si alguien no me hubiera interrumpido —susurró destapándome, para fingir una expresión de enojo, tratando de ocultar la sonrisa la cual provocaba que su labio inferior tiemble mínimamente.

—Shhh. —Alguien detrás de nosotros se quejó.

Ambos nos quedamos observando el uno al otro, con complicidad y sin saber qué decir, pero con sonrisas en el rostro por la situación en la que nos encontrábamos. Jai no me había soltado en ningún momento, y su brazo seguía rodeando mi cuerpo, mientras que su mano libre estaba sosteniendo mi mano. No noté en qué momento llegó a ella, pero lo que sí noté fue la calidez de la misma en mi piel.

Amistad, descubrimiento y romanceWhere stories live. Discover now