𝟘𝟘𝟠.- 𝑱 + 𝑬

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—Si te hace sentir mejor...me equivoqué sobre ti, pensé que seguirías siendo una idiota como tú hermano, pero...estaba equivocado.

Julie le dedicó una cálida sonrisa.
—Yo también me equivoqué sobre ti ¿sabes? me disculpo por haberte llamado raro.
—No es un insulto para mi.
—Mhm..entonces es un buen cumplido.
—No estás tan alejada del término huh.
La castaña soltó un sonido de sorpresa.
—ah ¿yo? .- susurró incrédula.
—Ajá.-  susurró por igual acercando un poco su rostro a la chica.

Una última carcajada salió de sus bocas, sin darse cuenta había pasado una buena y larga hora conversando sobre el pasado y eso que solo fue el comienzo, Eddie no podía parar de pensar en cómo era posible que Juliette Harrington había cambiado tanto en tan poco tiempo, posiblemente los eventos tan lamentables cambiaron su perspectiva de la vida, sin embargo, se sintió satisfecho de darle la oportunidad, de reinventar su amistad, pues la persona que había sentido en esta hora de conversación era la misma de la que había quedado encantado hace muchos años, la única, le agradó revivir el momento, el volver a sentir la cálida presencia de Julie, que podría considerar su "amiga de nuevo".

—¿Quieres algo de cenar? Puedo prepararnos algo...en buenas condiciones.- bromeó recordando la sopa quemada de Eddie.
—Oye, agradece que me animé a cocinar, no pasará nunca más.
—¡Te enseñaré a cocinar! .— decía mientras se encontraba ya frente al refrigerador.
—No creo que sea buena idea.
—¡Vamos! ¡Ven!
El chico agitó su cabeza un poco borrando los malos recuerdos del pasado y aceptando darle una nueva oportunidad a aquella chica que rogaba por enseñarle a cocinar, y así fue.

Por el otro lado maldito de Hawkins veíamos a los chicos, discutiendo sobre lo que en realidad estaba sucediendo en el pueblo y que hubiera podido pasar si las cosas hubieran salido de manera distinta.

—Me están diciendo que lo que mató a Fred y Chrissy...¿viene del otro lado?
—Exactamente.
—Nuestra teoría actual es que ataca con un tipo de hechizo o...una maldición. No sabemos si responde al desuellamente o si solo le gusta asesinar adolescentes.
—Solo sabemos que es algo diferente.- respondió Max.
—No tiene sentido..¿porqué Fred y Chrissy? Digo, ¿porqué ellos?
—¿Tal vez estaban en el lugar equivocado? Ambos estaban en el partido.
—Y en los trailers.
—Nosotros estamos en los trailers...- agregó Steve con un tono de pánico bajo.— Huh...¿deberíamos no estar aquí?
—No lo sé...- se unió Dustin.
—Gracias al cielo no traje a Julie, lo sabía.
—Hablando de ella...¿dónde está ahora mismo? .— preguntó Nancy.
—Ah, tu sabes...cuidando al...¿rarito?
—¿Al..rarito?
—Eddie Munson.- cerró Robin.
—¿El sospechoso de asesinato? ¿Quieres que la tachen de cómplice?
—Sí, si lo mencionas así suena terrible, detente.
—Que mal hermano Steve.— bromeó Dustin.
—Podemos por favor...continuar con el tema, ¡gracias! .- interfirió agitando sus manos con impaciencia tratando de "diluir" los comentarios.

—Si lo ponen así, si hay algo de malo con este lugar, Fred se puso raro apenas llegamos.
—¿Raro como?
—Asustado, nervioso...mal.
—Chrissy también estuvo mal.
—Sí, pero no aquí. Estaba llorando en el baño de la escuela.
—Los asesinos en serie acechan a sus presas antes de atacar ¿no? entonces, tal vez ellos vieron a Vecman...
—Vecna...
—No sé ustedes, pero si yo viera a un monstruo mago aterrador considerablemente se lo diría a alguien.
—Quizá si lo hicieron...Chrissy fue a la oficina de la Sra. Kelley, si vieras a un monstruo no irías a la policía, no te creerían.
—Pero tal vez con tu terapeuta sí.

El grupo se puso de pie de inmediato, pues todos cayeron en la realización de que debían encontrar el expediente de los chicos. A punto de entrar al carro, Nancy desvío su camino.

—¡Hey! Nancy, ¿a dónde vas? .- cuestionó Steve.
—Oh solo, quiero ver una cosa primero.
—¿Quieres compartirlo tal vez? .- interfirió Dustin.
—No quiero hacerles perder el tiempo, es una posibilidad remota.
—Sí, está bien. ¿Estás demente? ¿Andar en solo con Vecna suelto? No, es muy peligroso, necesitas a alguien...

Steve compartió miradas con la chica, dudándolo un poco, aceptó la posibilidad y le lanzó las llaves a Robin.
—Ten, yo iré con Nancy, ustedes vayan a ver a la terapeuta.
—No creo que quieras que conduzca.- respondió Robin.
—¿Porqué?
—No tengo licencia.
—ajá, ¿porqué?
—Pues soy...pobre.
—Yo puedo manejar.- sugirió la pelirroja.
—¡No! Nunca más en la vida, cualquiera menos tú.
—Muy bien, esto es estúpido.- Robin tomó una radio, cedió las llaves a Steve y se posicionó de lado de Nancy.— Las damas iremos juntas, ¿a menos que creas que necesitas protegernos como hiciste con Julie?

Steve delató una mueca de desaprobación y Robin sonrío con burla re indicándose en camino al auto de Nancy.
—¡Tengan cuidado!
—¿Qué ahora cuidas a todas las mujeres que están en tu vida o qué Steve? .— comentó Dustin.
—Oh cállate.
—Solo diciendo la verdad.
—¿Qué, me molestarán por lo que hice con Julie por el resto de mis días?
—Sí.- Max y Dustin respondieron al unísono subiendo al auto.
—Siempre la niñera, ¡siempre la maldita niñera!
—Ahora ya sabes lo que siente tu hermana.
—¡Qué se callen!

El Soldado y La Reina... « Eddie Munson »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora