Olvidarse de usar Silencio

capitulo 2

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Hermione no podía creer el descaro de Ronald, o que él no había entendido en su duro cráneo que ella no estaba interesada. Se acostó en su cama y miró hacia el techo, deseando que Minerva pudiera decirle qué hacer ya que no tenía idea.

Minerva subió las escaleras en silencio y llamó a la puerta del dormitorio, escuchó un silencio por un momento y luego un enojado: "Ronald Weasley, te hechizaré si pones un pie adentro, ¡lo juro por Merlín!" Minerva se rió entre dientes.

Hermione, en cambio, escuchó un acento muy reconfortante: "Soy solo yo". Hermione canceló su hechizo de bloqueo y saltó de la cama para abrazar a su amor. Minerva entró en la habitación y cerró la puerta detrás de ella. Sus brazos se envolvieron mientras compartían un dulce beso, que estaba a punto de volverse mucho más apasionado si Minerva no se hubiera apartado y empujado suavemente a Hermione sobre la cama de nuevo.

"¿Qué-" ella cuestionó.

"Silenciar." Minerva ordenó. Se inclinó sobre Hermione, con los brazos a ambos lados de los muslos. Hermione tragó saliva, Minerva parecía molesta. "¿Te importaría decirme por qué el Sr. Weasley cree que tiene la oportunidad de salir contigo, cuando eres mía?"

Hermione miró hacia abajo, "No quería decir nada porque no sabía si querías que nos conociéramos. No quería que él siguiera preguntando si estaba saliendo con alguien, y si lo estaba, con quién estaba saliendo.

Después de momentos de silencio, Minerva susurró: "¿Te avergüenzas de mí?"

Hermione instantáneamente miró a Minerva y tomó su rostro, "¡Por supuesto que no, vieja tonta! ¡Te adoro absolutamente y gritaría a los cuatro vientos cuánto te amo!" Presionó sus labios contra los de Minerva y se recostó de nuevo.

Minerva luego sonrió maliciosamente, "¿Vieja, muchacha? Vas a pagar por eso". En un abrir y cerrar de ojos, se abalanzó sobre Hermione, empujándola para que se acostara completamente en la cama y se sentó a horcajadas sobre las caderas de Hermione, luego se quitó el cabello sedoso de los confines de su moño. Minerva ahora pasó las puntas de sus dedos suavemente por los costados y el pecho cubierto de tela de Hermione, haciendo que sus pezones se erizaran debajo del vestido.

Las manos de Minerva trazaron caminos y formas enloquecedoramente suaves en su cuerpo, y sabía que Minerva la desnudaría solo cuando estuviera satisfecha. Se sentía como el mejor tipo de tortura para Hermione, no lo cambiaría por nada en el mundo, y cuando vio la lengua de Minerva humedecer sus labios, casi gimió solo por eso. Las manos de Minerva se deslizaron por sus piernas y volvieron a subir, luego su pulgar acarició tentadoramente la piel escondida debajo del vestido de Hermione, y sin apresurarse en absoluto, levantó la prenda centímetro a centímetro, revelando una piel cremosa.

Hermione levantó las caderas para quitarse el molesto vestido, y pronto solo estaba en su ropa interior de encaje de color negro. Los ojos de Minerva se oscurecieron considerablemente, ahora negros con un delgado anillo de esmeralda rodeando la ardiente mirada. Hermione parecía una diosa para Minerva: una hermosa extensión de piel ligeramente bronceada, curvas suaves con senos de tamaño generoso, senos que palpitaban con lujuria, y una melena salvaje, que le recordaba a la leona que había parecido atrapar. Devoró a Hermione con los ojos y atacó los labios de Hermione con los suyos. Hermione abrió los labios ante el músculo húmedo que rogaba por la entrada, y sus lenguas exploraron la boca del otro, volviéndose a encontrar como viejos amantes. Las manos de Minerva vagaron libremente por el cuerpo de Hermione, haciendo que la bruja más joven gimiera en el beso acalorado y arqueara su espalda hacia  toque de Minerva.  Las manos de Hermione quitaron hábilmente el vestido de Minerva, dejando a los amantes en ropa interior de encaje.