#3 Sentir

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Ya de mañana, devido a la luz del sol que se colaba por las cortinas de la habitación, el rubio teñido fue el primero en abrir los ojos y el primero en darse cuenta de que tenía de almohada un pecho dócil y bien marcado, Atsumu levantó la mirada para apreciar su vista, aquella que tanto adora ver cada mañana cuando se presentaba la oportunidad de dormir al lado de su novio.

Atsumu se despegó cuidadosamente para no interrumpir el sueño del pelinegro, se sentó en la cama y solo se dedicó a observar cuidadosamente la habitación encuchando el cantar de las aves, mientras detiene su vista en el rocio de la ventana, bruscamente le llegó una idea a la cabeza <si se despierta no querrá un beso, porque no me lavado los dientes, los lavaré para poderlo besar> y así tomando en cuenta su pensamiento colocó sus pies en suelo para luego dirigirce hacia el baño, pero los alzó rápidamente por lo frío que se encontraba el piso, por suerte había un para de medias de diferentes colores al lado de la lámpara de noche y se las colocó para darle seguimiento a su plan "El beso".

Con escalofríos dió algunos pasos para encontrarse con la puerta del baño, la cual abrió con sigilo para no hacer ruido. Después de haber pasado algunos minutos Atsumu salió del baño, dió media vuelta y se sobresaltó por encontrarse con la mirada pesada y fría del pelinegro que lo miraba desde que salió de espalda para cerrar la puerta.

-¡¿Omi?!- gritó del susto tocandose el pecho con euforia.

-¿Qué estas planeando?- preguntó con voz de que tenía sospechas ante las acciones de su novio.

-N-nada, es solo que.. - se acercó dudoso a la cama para completar la frase ya sentado en ella -Quería darte un regalo- susurró acercando su rostro al del pelinegro.

-¿Un regalo?- Sakusa sospechaba de él y más por su acercamiento repentino, pero no retrocedió.

-Sip- hizó énfasis en la p, para seguido robarle un beso en los labios levemente rosados, el beso que fue fugaz pero tierno.

Sakusa tuvó miles de opciones para reaccionar ante ese beso, pero eligió la más tierna ante los ojos de Atsumu.

-¡MIYA!- gritó cubriendo su rostro entre las sábanas.

-Buen Día Omi-kun- dijo entre carcajadas dirigiéndose a la sala como vía de escape del enojo de su novio.

-No te escaparas- bufó agitado mientras se levantaba rápidamente de la cama con el pecho descubierto y utilizando solo un pantalón olgado que hacia juego con la camiseta que el rubio utilizaba.

El pelinegro logró atrapar a su rubio entre sus brazos para literalmente matarlo con cosquilleos, exhaustos por el juego mañanero Kiyoomi le dijo que le tocaba hacer el desayuno mientras él tomaba un baño, porque no aguantaba la ligera capa de sudor que lo cubría, Atsumu no puso peros y se dirigió a la cocina en busca de que prepararía.

Eran ya las 7:23 A.M. y el rubio optó por preparar verduras marinadas en escabeche, algo sencillo porque el mismo sabía que si intentaba esmerarse terminaría por hacer un desastre, así que se conformó con hacer un desayuno ligero acompañado por un té de Tencha que tanto le gustaba a su novio el cual le pegó dicho gusto por el té, Atsumu una vez que terminó con todo admiró su creación con orgullo mientras colocaba cada plato y baso en la mesa. Sakusa salió de la habitación ya vestido y con sus hermosos rulos mojados, justo cuando el rubio había decidido irlo a buscar, cosa que no fue necesaria, ambos se dirigieron a la mesa y tomaron asiento.

-Veo que valoras mi departamento- comentó con una sonrisa apenas visible.

-¿A que te refieres?- bufó sabiendo que lo decía como agradecimiento por no haber quemado su cocina.

Tal vez Soy Yo · SakuAtsu (EDITANDO) Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin