Ocupando su lugar | Hyunlix

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Felix:

- Entonces, has venido a verme hermanito - hablé en tono sarcástico cuando ambos nos sentamos para conversar.

Lleva un maleta y con eso sospeché que piensa quedarse conmigo en mi departamento.

Eso está por verse.

- Si pero también porque necesito un respiro urgente en mi etapa de ser padre y estar casado.

Rodé los ojos.

- ¿Está mal tu matrimonio? -me atrevo a preguntar sin evitar el interés.

- No esta mal solo que la rutina con Hyunjin aburre, sé que al le pasa lo mismo. Nuestra relación es tan aburrida.- contó él suspirando por algo.

- Bueno, viendo el punto que Hyunjin y tú son de personalidades tan conservadoras, es claramente aburrido. Las buenas obras de caridad no te dan la felicidad eterna, querido. - digo riéndome a carcajadas.

Así soy con él, demostrando que soy el malo de los dos.

- Por eso vine a verte y talvez me puedas ayudar.- comenzó a decirme.- Enserio necesito tu ayuda.

Mi celular vibró y supe que es mi amante insistente.

- Hablamos después querido porque tengo que salir esta noche a divertirme .-me levanté de mi asiento sujetando mi celular.

- Te ha ido bien. Tienes lujos.- comentó mi hermano viendo todo mi departamento amueblado con lo mejor de lo mejor.

Regalos de los amantes o novios que tuve, han sido pocos pero con dinero suficiente para complacerme.

- No me quejo de lo que tengo. Ser divertido y saber complacer a un hombre en la cama puede darte frutos.- respondí con egocentrismo.

En realidad no pienso nada de eso pero Eric quiere oír lo que piensa de mi y la verdad me da igual si se lo cree.

- No cambias Felix - murmuró Eric esbozando una sonrisa la cuál me dejó sorprendido.

Mi madre y Eric tienen vergüenza de lo que rumorean sobre mi, ahora él toma a bien mis palabras. Esto es tan extraño.

- Nos vemos después. Talvez mañana querido, estas como en casa.- me despedí dejandole un beso en la mejilla.

Salí para encontrarme con el hombre que me espera afuera.

- Felix estas hermoso.- saludó con un beso en los labios.

- ¿A dónde vamos? -pregunté sonando lo más sensual que pude.

- Iremos al casino a jugar y después podemos jugar nosotros en privado. contestó él millonario guapísimo.

- ¡Qué exitante noche! -dije sentandome a su lado y el coche se movio.

Por el momento tenía solo dos amantes y cuando nos aburriamos, venían otros. Solo sexo y diversión nada más. Así es mi vida y lo seguiría siendo hasta que me enamore, lo cuál es difícil porque quién esta aun en mi corazón desde la adolescencia, es Hyunjin, el esposo de mi hermano Eric.

¿Qué necesitará realmente Eric?

Dejo de pensar en mi gemelo y en su repentina visita para concentrarme en la diversión con mi amante. Jugamos, apostamos y bebimos riéndonos como locos. Después nos fuimos a su departamento privado donde nos descontrolamos teniendo sexo hasta quedar agotados o al menos el hombre quedó agotado y complacido.

- Adiós querido -dejé un beso a mi amante cuando me trajo de regreso a mi edificio.

Al entrar a mi departamento, me sorprendo al ver a mi hermano probandose mi ropa.