𝑫𝒆 𝑨𝒍𝒈𝒖𝒏𝒂 𝑴𝒂𝒏𝒆𝒓𝒂, 𝑬𝒔𝒕𝒐 𝑬𝒔 𝑪𝒖𝒍𝒑𝒂 𝑫𝒆 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚

୫ 🍃 Un poco demasiado poco 🍃୫

Hermione se despertó diminuta, desnuda y en medio de un bosque. "Oh, no", suspiró, sentándose y examinando sus pequeñas y regordetas manos. Miró a su alrededor y encontró a dos niños durmiendo al alcance de la mano. Uno era pelirrojo, el otro pelinegro, y ambos estaban tan desnudos y diminutos como ella. Frunciendo el ceño, se acercó y pellizcó al de pelo negro en la suave carne de su costado.

"¡Despierta, Harry!", dijo. "¡No sé cómo ha ocurrido esto, pero sin duda ha tenido que ver contigo!"

Harry, pues era él, se sobresaltó de mala manera, rodando lejos de Hermione y hacia Ron (el otro niño dormido). "Ugh, ¿qué?", gimió, incorporándose. Se congeló, con los ojos abiertos cómicamente al darse cuenta de lo que había cambiado. "Uh..." Examinó sus manos con una especie de horror fascinado. "¿Qué?"

"Eso es precisamente lo que quiero saber", dijo Hermione primorosamente, buscando a su alrededor algún tipo de cobertura para preservar su modestia.

Al otro lado de Harry, Ron murmuraba entre dientes y se ponía boca abajo. "Cinco minutos más, mamá".

Harry se recuperó en ese momento, acercándose y empujando el hombro de Ron. "¡Levántate! No estamos en la Madriguera, ¡estamos en problemas!" El pelirrojo se sentó mientras Hermione se ponía de pie y caminaba hacia un arbusto cercano, con la intención de hacerse una faldita de algún tipo.

"¡Oye, qué!" exclamó Ron, examinándose a sí mismo. Casi inmediatamente, se abalanzó sobre Harry. "¡Esto tiene algo que ver contigo, no es así!"

Harry se echó hacia atrás, con una expresión de ofensa. "¡Yo! ¿Qué, crees que yo he hecho esto?"

"¡No, pero tú eres el que tiene una suerte ridícula!"

"¡Chicos!" espetó Hermione, ahora vestida con una funcional aunque no especialmente atractiva falda de helecho. "Podemos gritarle a Harry después" (aquí Harry parecía ofendido) "pero lo importante es volver a la civilización. Yo no tengo mi varita, ¿y tú?". Los dos chicos miraron a su alrededor y movieron la cabeza negativamente. Ella suspiró. "Bueno, entonces intentaré irme".

Hermione se enderezó, cuadrando sus ahora pequeños hombros con determinación, y se concentró en la Madriguera. Dio un paso adelante y giró bruscamente.

No ocurrió nada.

"Maldición", murmuró la bruja.

"Supongo que tendremos que caminar", dijo Harry. "Pero primero... er", se llevó las piernas al pecho y se sonrojó de color carmesí desde la nariz hasta los dedos de los pies. "¿Crees que podrías hacer dos más de esas faldas?"

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Afortunadamente, sólo tardaron unos minutos en llegar a un arroyo que burbujeaba alegremente. "Excelente", dijo Hermione, complacida. "Podemos seguirlo río abajo hasta la civilización".

"¿Qué tan lejos crees?" preguntó Ron, pensando con nostalgia en la cocina de su madre. Su barriga retumbó con fuerza. "Me muero de hambre".

Harry le lanzó una mirada ligeramente molesta. "Semanas, tal vez", dijo alegremente, reprimiendo mal una sonrisa cuando Ron le lanzó una mirada horrorizada.

"Oh, no tanto tiempo", corrigió Hermione, agitando una (pequeña) mano despectiva. "Bueno, probablemente no", corrigió, y la expresión de Ron pasó de la tranquilidad a la horrorización de nuevo. "Vamos. La mejor manera de averiguarlo es caminando".