Un Mágico Misterio

Una mañana tranquila...

- ¡Por favor!

- ¡No!

- ¡Nos necesitas!

- ¡No!

El Doctor Strange había desaparecido hace ya un par de semanas mientras buscaba pistas sobre los recientes ataques de criaturas salidas de reinos y dimensiones místicas, tiempo en el que héroes de todos los rincones del mundo han tenido que acudir al llamado para encargarse de dichas amenazas que empezaron a volverse más y más frecuentes y peligrosas a raíz de la falta de un Hechicero Supremo. Esta era la razón por la que Mary Jane y Peter Parker discutían frente a la ventana rota de su casa, permanente recordatorio de la primera aventura de Spinneret.

- ¡Necesitan números para cubrir toda la ciudad!

- ¡No! Y es mi palabra final. Felicia no es de fiar, y tú aun eres una novata que simplemente tuvo suerte la primera vez.

- Uy si, suerte, ¿acaso fue Dominó quien te salvo del Duende Verde para decir que fue suerte? ¡Nuh-huh!, fuimos noso...

Antes de poder terminar su frase, la pelirroja volteó a ver al hombre frente a ella, quien la miraba fijamente mientras levantaba una ceja, haciendo que se hicera un poco chiquita de pena.

- Vamoooos; los médicos dijeron que, si llega a despertar del coma, hay una posibilidad del 20% que vuelva a caminar y andar en su planeador como siempre.

- 15. 15 por ciento.

- ¿Qué es un 5% de diferencia en pareja? - Dijo ella, mientras una risita nerviosa se escapaba de sus labios

El chico se acercó a ella, con rostro frustrado – MJ... Sé que ustedes dos tienen las mejores de las intenciones, pero esta no es una misión cualquiera. El reino místico es un área de experiencia muy específico y, por alguna razón que ni yo entiendo, Strange me encargó a mí que descubriera quien está detrás de todo esto. ¿Me lo pidió porque sabría que los demás estarían ocupados? ¿Será porque sabía algo que yo no? ¿O tal vez Clea me estaba jugando una broma cuando me transmitió ese mensaje astral? No lo sé, yo solo sé que temo mucho que algo les pase a ustedes dos por no estar listas... No estoy ni siquiera seguro de que yo vaya a salir bien parado de aquí, no pienso permitir que ustedes dos entren de lleno a terreno desconocido sin entrenamiento alguno. Cuando todo esto termine, yo personalmente les enseñaré todo lo que sé pero, hasta entonces, mi respuesta es no; y a menos que surja un problema aún más apremiante que este, se mantendrá así.

La chica bufó frustrada ante sus palabras, pensando que ella y su amiga eran más que capaces de un pequeño trabajo de investigación; él tenía razón, no conocían mucho del mundo místico, pero hay muchas personas en Nueva York que sí, fácilmente alguien podría tomarse un tiempo y ayudarlas.

Sin embargo, algo increíblemente conveniente pasaría en el instante después de su discusión: Un portal azul en forma de estrella se abriría al lado de ellos, y del que saldría un sujeto con la misma silueta que Peter, pero traería puesta una versión más elegante del traje arácnido, con detalles negros y rojos, colores lisos en vez de telarañas y, para rematar, una capucha blanca encima de él. Parecía una versión ninja del Hombre Araña. Al verlo, Peter soltó un suspiro excesivamente frustrado mientras MJ saltaba emocionada, sonriendo hacia el visitante.

- ¿Eres un Hombre Araña, cierto?

El visitante volteó a ver a la chica bastante confundido, pero se limitó a asentir hacia su pregunta.

- ¿Y vienes por que necesitas a mi Peter para una misión peligrosa que involucra a todas las arañas en el multiverso y es ultra urgente?

El visitante señalo a la chica mientras dirigía la vista a Peter, quien estaba farfullando algo entre dientes mientras terminaba de arreglarse.