Él:
Comenzaron a tocar la puerta de la habitación Elizabeth me miro asustada estaban siendo los segundos más largos de nuestra existencia.
―Elizabeth, necesito hablar contigo sobre ese muchacho así que abre la puerta.
―Me iré por la ventana –le susurre y trate de levantarme, ella inmediatamente tapo mi boca y me detuvo.
―Solo no hagas ni un solo ruido –me hablo al oído y quito su mano de mí, me arrojo los cobertores y cojines de su cama encima y bajo de la cama– Ya voy... –escuche sus pasos alejarse de la cama y el ruido de la manija de la puerta abriéndose.
― ¿Ya estabas dormida?
―Si papá , llegue un poco cansada del trabajo y me dolía la cabeza...
― ¿Por qué vino ese chico a traerte? –hablo muy serio.
―Papa, Alex solo quería que llegara bien a casa.
―Me hubieras llamado a mí –la interrumpió– se suponía que Irene y su hermano vendrían a dejarte.
―Se suponía que tú y Alex habían arreglado sus diferencias el día de la graduación.
―¡No me hables de esa manera! Últimamente te desconozco hija y de seguro todo es culpa de ese pandillero.
― ¿Es neta papá? –dio un gran suspiro– Iré a dormir mañana tengo que ir a trabajar.
―Elizabeth, estoy hablando contigo... –la puerta se cerró y escuche el seguro ponerse de nuevo, su padre seguía hablando en el pasillo, pero ya no lo escuchaba bien lo que decía, escuche sus pasos acercarse de nuevo, subió a la cama y se metió entre las cobijas y me miró fijamente unos segundos.
―Lo siento...–me susurro y yo solo me limite a abrazarla– ¿Creí que tú y el habían limado asperezas el día de la graduación?
―Solo fue por ese día, tu madre lo convenció para no arruinarte la noche... él me dijo que terminando la fiesta no quería verme cerca de ti de nuevo, yo le dije que no le podía asegurar que eso fuera pasar –bese su frente– le dije que estaba enamorado, y que no creía tener la fuerza para alejarme de ti.
― ¿Por qué no me lo dijiste? –me fulmino con la mirada.
―No creí que fuera algo importante, aparte ese día estaba molesto por que estabas jugando conmigo ''Fabiola'' –reí un poco y ella me arrojo una almohada.
―Cállate Matt –reímos juntos tratando de no hacer ruido para que su padre no volviera– Oye ya hablando en serio –se recostó sobre mi hombro– ¿Cuándo harás tu examen para la universidad?
―El viernes de la siguiente semana, Daniel y yo nos iremos el jueves, nos quedaremos en casa de su tía y regresaremos el sábado.
―No creo sobrevivir sin ti tres días. –me hizo puchero.
―Tengo que ir, solo serán unos días, si la universidad de aquí tuviera la carrera de programación créeme que no iría a otra ciudad.
―No sé qué hare cuando entres a clases y tengas que mudarte– se acurruco a mi lado y cerro sus ojos, tenía razón, no lo había pensado ¿Qué iba a pasar con nosotros al estar separados?
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La alarma de mi teléfono comenzó a sonar, apenas comenzaba a amanecer, eran las 6:30 am, tenía que irme a casa antes de que los padres de Elizabeth se dieran cuenta de que yo seguía aquí. Me levante de la cama me puse mis zapatos y me acerque a Elizabeth, dormía plácidamente, sin pensarlo estaba sonriendo solo con verla, le di un pequeño beso en los labios y salí por la ventana. Baje por las ramas del árbol y camine hasta llega a mi motocicleta, subí en ella y conduje hasta mi casa, metí la moto a la cochera y abrí la puerta silenciosamente, no le avise a mi madre que no llegaría, así que si lo descubría me iría muy mal...
