Un futuro incierto, les espera a los hijos de los vengadores.
¿Estarán a salvo?
El enemigo podrá estar más cerca de lo que creen pero
¿tendrán el corazón para poder matarlo?
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Natasha y Miranda seguían viendo a Val y Cloe jugando entre ellas.
Miranda: Me encanta su amistad.
Dijo Miranda sonriendo y Natasha asintió.
N: Val quiere mucho a Cloe.
Miranda: ahora son muy buenos amigos, es bueno tener amigos así.
Donald: Sí Nos gusta seleccionar muy bien las amistades de Cloe, no queremos que se junte con cierto tipo de personas...
N: Mmm...y cual sería el tipo de gente que no quieres?
Donald: Ah, ya sabes... el enemigo.
N: El enemigo??
Donald ignoró a Natasha y miró a Steve, le sonrió, como si Natasha hubiera hecho una pregunta realmente estúpida, eso siempre lo hace con cualquier mujer.
Steve: Yo tampoco sé a qué enemigo te refieres.
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Donald: Bueno... ya sabes.
Steve: No, no realmente no lo se.
Steve frunció el ceño y miró a Donald, esperando más aclaraciones.
Donald se inclinó un poco sobre la mesa para no decirlo demasiado alto.
Donald: Tengo el mayor respeto por ti Steve, por todo lo que has hecho, fuiste a la guerra varias veces, nunca retrocediste en una pelea, hiciste todo por la sociedad, todavía te veo como un héroe...
Steve ya no se conmueve con estos discursos, ha escuchado tanto de ellos en su vida que no tiene ningún efecto, especialmente de Donald.
Donald: Donde vivimos Miranda y yo es un lindo vecindario, ¿sabes? Tenemos una reunión semanal con los vecinos, para hablar de seguridad, de política y hasta de juegos... nadie es de hierro.
Steve: Eso es bueno... mantenerse en contacto con su vecindario.
Steve respondió secamente y estaba tan serio que ni Natasha ni Miranda decían nada.
